Margarita Quiroz
Todo esto de la crisis del ‘canal de la discordia’ que construyen en el río Masacre gente de gran poder económico y coraje para desafiar a dos gobiernos, ‘pinta que va para largo’ y, si el Universo no conspira a favor de lo contrario, hasta ‘color de hormiga’.
El viernes, a las 6:00 de la mañana, se cumple una semana de que el gobierno dominicano, a la cabeza del presidente Luis Abinader, tomara la medida del cierre total de la frontera (por tierra, mar y aire), junto a otras como: la paralización de emisión de visados y la prohibición expresa de la entrada al país de nueve ciudadanos haitianos al ser identificados como los promotores del conflicto.
Desde ese pasado viernes 15 de septiembre dominicanos y haitianos, residentes en el país, han manifestado preocupación por la situación y lo inesperado. Los haitianos que han podido se han marchado a su país y, el domingo, el presidente Abinader se pronunció ante el país para tratar de calmar ánimos.
Aseguró que «la paz y la seguridad en la República Dominicana está garantizada» y que «La frontera está en calma», a parte de explicar el por qué de las medidas, para muchos ‘radicales’, incluyendo al gobierno haitiano y voces desde la ONU.
Ahora, el presidente Abinader al querer ‘montar presión’ a un gobierno que no tiene idea de cómo gobernar, y menos, una solución viable, tiene encima el problema.
Abinader, en sus declaraciones, ha dejado claro que el gobierno haitiano, pese a su reclamo de que tiene derecho a aprovechar las aguas de este afluente, no es quien está detrás de la construcción del canal.
No es quien, pero le beneficia. Para ser más explícito: «No tiene vela en el entierro», pero ‘sí derecho a llorar el muerto’. Por lo que vemos, esto está «más claro que el agua». El acercamiento del gobierno dominicano no es con el haitiano sino con los incontrolables. ¿Entonces, cuál será el Plan B del gobierno dominicano? ¿Por el momento, seguir implorando ayuda a la mal llamada comunidad internacional, que con el tiempo se ha diluido en discursos?.
En unas horas, justo a las 3:00 de la tarde de este miércoles 20 de septiembre, el presidente Abinader se pronunciará sobre el tema, otra vez. ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, y además, decidió extender su agenda por Nueva York con mirar a seguir ‘moviendo los hilos’ a favor de la causa. El mandatario tenía previsto regresar hoy al país, inmediatamente concluyera su discurso.
Mientras, se mantiene la decisión gubernamental de este lado de la isla hasta tanto se paralice la construcción del canal, conscientes -desde Palacio- de sus implicaciones económicas, (recordar: Haití es nuestro segundo socio comercial, después de los Estados Unidos, y nosotros como país vivimos del turismo; nadie quiere vacacionar en un lugar donde no sé sabe lo que pasará y cuándo).
En fin, ante esta crisis, el gobierno de Haití se ha lavado las manos y sin decirlo ha mandado al dominicano a ‘dialogar’ con los incontrolables que dominan ese vecino país desde hace años. En tanto, la preocupación crece y más cuando reflexionamos: ¿Y… si los incontrolables continúan incontrolables?.