Redacción elDigital.com.do
El productor de teatro Waddy Jáquez negó la información de que el musical «Mariposas de Acero» había sido contratado para realizar seis funciones por más de 40 millones de pesos para presentarse en la Feria del Libro Santo Domingo 2023.
A través de un comunicado el también actor y director teatral explicó que el costo de las seis funciones jamás fue de 40 millones de pesos y que fue un error cometido por su equipo al subir el pliego a la página de contrataciones del Ministerio de Educación.
«A propósito de las declaraciones emitidas por el Ministro de Educación con relación a la contratación del musical Mariposas de Acero para presentarse en el marco de la Feria del Libro 2023, es importante aclarar algunos puntos. El primero de esto es que el costo de las seis funciones jamás fue de 40 millones de pesos. Ese fue un error cometido por su equipo al subir el pliego a la página de contrataciones del Minerd. Ese monto correspondía a otra cantidad de presentaciones que el mismo ministro rechazó, tomando así la decisión de hacer tan solo seis presentaciones», dice en un comunicado.
Dice que «es importante que ellos rectifiquen y admitan ‘ese pequeño error’, porque no es lo mismo 40 que 20, ni que 22 o 23″. Una suma que, claro, puede parecer exorbitante para quien nunca ha producido un musical o cualquier evento de esta magnitud, pero que para los expertos es totalmente normal. Una suma exorbitante para quienes no saben que la sala principal del Teatro Nacional puede llegar a costar hasta 350 mil pesos por función, porque el hecho de que sea estatal no quiere decir que sea gratis. Claro, una suma exorbitante para quienes no saben que el sistema de proyecciones, audio, luces, escenografía y todo lo que compone un gran musical cuesta millones, señores».
Mensaje íntegro
A propósito de las declaraciones emitidas por el Ministro de Educación con relación a la contratación del musical Mariposas de Acero para presentarse en el marco de la Feria del Libro 2023, es importante aclarar algunos puntos. El primero de esto es que el costo de las seis funciones jamás fue de 40 millones de pesos. Ese fue un error cometido por su equipo al subir el pliego a la página de contrataciones del Miner. Ese monto correspondía a otra cantidad de presentaciones que el mismo ministro rechazó, tomando así la decisión de hacer tan solo seis presentaciones.
Es importante que ellos rectifiquen y admitan ese pequeño error, porque no es lo mismo 40 que 20, ni que 22 o 23″. Una suma que, claro, puede parecer exorbitante para quien nunca ha producido un musical o cualquier evento de esta magnitud, pero que para los expertos es totalmente normal. Una suma exorbitante para quienes no saben que la sala principal del Teatro Nacional puede llegar a costar hasta 350 mil pesos por función, porque el hecho de que sea estatal no quiere decir que sea gratis. Claro, una suma exorbitante para quienes no saben que el sistema de proyecciones, audio, luces, escenografía y todo lo que compone un gran musical cuesta millones, señores.
Lo segundo que quiero aclarar es que, tal y como dijo el ministro de Educación, nosotros nos retrasamos en continuar el proceso de contratación. Esto debido a que pedimos que se garantizara que las funciones iban a llegar a los estudiantes, porque ese era el objetivo fundamental de nuestra participación en la Feria del Libro 2023.
Después que se nos confirmó que había toda una estrategia para llevar a los alumnos al teatro, aunque el año escolar comienza durante la segunda semana de la feria, nosotros entonces procedimos a continuar con la licitación. Pero, bueno, el tiempo de entrega terminó. Aunque a muchos les cueste entenderlo, la economía naranja es una realidad y el teatro, al igual que otras disciplinas, forma parte de nuestras industrias creativas y culturales. Y como industria debemos garantizar el pago de todas, todas y todos los que laboran en ella, tal y como sucede con un funcionario del gobierno, con un vendedor o con la gerente de un banco.
Esa idea pobre y absurda de que el teatro debe ser la cenicienta de las artes y que le vale menos que otras disciplinas como el cine debe terminar, porque si se invierte en cincuenta, cien millones en una película que nadie ve, ¿por qué entonces cerrarle la puerta a espectáculos teatrales que constantemente están moviendo miles de personas? Al final de esa historia solo queda una realidad, el Ministerio de Educación que recibe el 4% del Producto Interno Bruto del país y que por no poder ni tener la estrategia ni la estructura para usarlo, devuelve al Estado Dominicano miles de millones, este año tendrá que devolver un poquito más.
Y bueno, en esa devolución no solamente pierden las 120 personas entre artistas y técnicos que conforman el equipo de Mariposas de Acero, sino que también y sobre todo pierde la nación, porque Mariposas de Acero es un documento histórico que aporta a elevar nuestro orgullo patrio y el amor por esta nación, por esta media isla, un documento, claro, obviado por algunos funcionarios que prefieren ir a cualquier evento farandulero que les garantice followers antes que darle la mano a los amigos de la democracia.
Aquellos que entendemos la obligación que tenemos ante una juventud que está cada día más influenciada por malos valores, una juventud que abandona las escuelas, una juventud que va en busca de sueños más fáciles de realizar, matando, delinquiendo, buscando el reloj y la cadena de diamantes que vale más que mil salarios mínimos. Señores, en el arte hay que invertir, y no solo con nosotros, sino con todos en sentido general, porque es un vehículo perfecto para ayudar a despertar la conciencia de esta generación.
Yo soy un simple mortal, y lo digo desde mi asiento, pero soy también el que perdió la batalla de la migración y el que contra viento y marea y gloria a Dios ha salido invicto. Yo soy también uno de los dominicanos que ha puesto en alto la bandera nacional, demostrando así que también a través del arte se hace patria. Mariposas de acero va a volar hasta los oídos y los ojos de los estudiantes de nuestras escuelas públicas y los colegios, aunque tengamos que tocar mil puertas hasta encontrar a los verdaderos patriotas, los que ponen su palabra por obra y no dejan todo en simples promesas.
¡Que no nos vean parando la frente como el que nunca tuvo la razón! ¡Que no nos vean corriendo a escondidas como la noche se esconde del sol! ¡Abre la puerta y todas las ventanas para que sepan que estamos aquí! ¡Que cada golpe nos hace más fuertes y cada adiós nos ayuda a seguir!