Por María Fals
M.A.Crítica e Historiadora del Arte
El pasado 30 de noviembre de 2021 se inauguró en el Centro de Convenciones del Hotel Crowne Plaza en San Salvador, a las 6.30 de la noche, el evento cultural de Moda Dominicana con el tema “De la Guayabera originaria a la chacabana universal”, en el marco de una serie de actividades que incluyeron un performance y una conferencia de Geo Ripley, la exposición colectiva de varios artistas y la presentación de diseños de Francisco Rodríguez.
La inauguración contó con la presencia de Félix Ulloa Jr., vicepresidente de El Salvador y su esposa Lilian de Ulloa, el embajador dominicano Julio César George, el ministro consejero encargado de cultura poeta Dionisio de Jesús y el ministro consejero de economía Luis Kalaff Sánchez.
Uno de los motivos centrales de este encuentro fue revindicar los orígenes caribeños de la guayabera, que se utiliza como confortable prenda de gala, adaptada a las condiciones climáticas de República Dominicana, Cuba, México, Puerto Rico, Filipinas y otras tierras del mundo.
Más que buscar en este evento atribuir a un país específico el lugar de nacimiento de esta vestimenta, se persiguió la integración de todos en un proyecto único, donde cada una las personas que las elaboran o las visten se sientan representados.
Al mismo tiempo, se hizo homenaje a las culturas originarias, a la abuela ancestral que aporta el amor y el resurgir, a la naturaleza que es fuente de la vida, del equilibrio, del fluir de todo lo que construye y dignifica. En todo este acto, la Pacha Mama estuvo presente con su fértil esencia, mientras Atabey llovió en abundancia y alimentó la buena voluntad de todos los que buscan hacer arte, paz y esperanza.
En el marco de estas actividades participaron también artistas visuales de amplio reconocimiento, como Lizett Mejía, Dionisio Blanco, José Sejo, Raphael Díaz y el diseñador de modas Francisco Rodríguez (Faraón). Además formaron parte de este grupo la Directora del Centro Cultural Perelló y artista visual Julia Castillo, los diseñadores de modas Francisco Rodríguez (Faraón), Ana Isabel Ulloa, Calpo Vladimir, Noel Newman y las artesanas de joyería Doris Solís de Fricá, Dominique Calderón y Mabel Báez.
Como invitado de honor estuvo el pintor salvadoreño Miguel Ángel Ramírez. Todos se reunieron bajo el criterio, ya manejado desde comienzos del siglo XX por movimientos como el Dadá, de que el arte es un todo único, sin límites entre técnicas ni fronteras conceptuales.
Lizett Mejía es una artista y gestora cultural que estudió Artes Plásticas en la ENAV y arquitectura en la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Ha realizado diplomados en pedagogía sistémica, curadoría y gestión cultural y ha recibido numerosos premios y reconocimientos, tales como el segundo premio de la categoría de Grabado en la XIX Bienal de Artes Visuales, presentando su obra en exposiciones en México, EE. UU, Puerto Rico, Perú, España, El Salvador, Argentina y en nuestra República Dominicana.
Sus obras se caracterizan por su lirismo, limpieza en los trazos, por la armonía de los colores, cierta evocación de movimientos de vanguardia como el cubismo sintético, el surrealismo, el expresionismo y la abstracción, moviéndose de forma original y consciente entre estilos, dotando a sus personajes de un carácter reflexivo cuando cierran los ojos para meditar o soñar.
Dionisio Blanco, artista y crítico de arte, es graduado de la Escuela Nacional de Bellas Artes, hoy ENAV. Fue profesor de dibujo en la Universidad Autónoma de Santo Domingo y codirector de la Revista Isla Abierta. Sus campesinos de sombrero amplio y rostro invisible, dotados al mismo tiempo de la alegría del color y de la suavidad de sus líneas curvas, han recorrido en sus lienzos tierras diversas como México, Venezuela, Brasil, Israel, Puerto Rico, Argentina, Francia, Italia, Bélgica y Alemania.
Artista prolífico en el campo de la pintura y el dibujo, es también un poderoso escultor. Se vincula además a la crítica de arte y a la difusión de nuestros valores culturales. Ha dejado numerosos discípulos de su arte valioso e imperecedero, donde conjuga elementos de la deformación expresionista con el cubismo, el realismo y el costumbrismo.
Luis José Aguasvivas, nuestro José Sejo, actual presidente del Colegio Dominicano de Artistas Plásticos estudió en la ENAV y realizó una Licenciatura en Artes Plásticas en la UASD, donde también es parte de su cuerpo docente. Pertenece a la generación de los artistas visuales dominicanos de la década de los 80. Ganó el primer premio de Pintura en el XI Concurso Eduardo León Jimenes y el Premio de la Crítica en la Segunda Bienal del Caribe y Centroamérica (1994). Ha realizado numerosas exposiciones individuales y colectivas en Canadá, Estados Unidos, Alemania, Perú, Puerto Rico entre otros espacios internacionales.
Su arte se caracteriza por la frescura, la alegría que transmite, la cuidada factura, sus líneas de cierre marcadas, los colores diversos y bien escogidos para crear un equilibrio cromático, en una mezcla de figuración y abstracción que nos retrotrae anímicamente a la edad de la inocencia y nos convoca al goce, al optimismo y a la búsqueda de la armonía interna.
Julia Castillo es la directora del Centro Cultural Perelló, realizó una Maestría en Administración de las Artes en la Universidad de Columbia y ocupó el cargo de ministro consejero ante el gobierno de Costa Rica. Ha expuesto en Japón, Estados Unidos, Costa Rica y otros países.
Es una persona con gran sentido de la responsabilidad social, ha hecho una encomiable labor dentro de la gestión cultural de nuestro país, impulsando el arte y promoviendo la educación artística como acicate para el desarrollo humano. Su arte está dotado de un gran sentido estético y reflexivo, capta la naturaleza, las costumbres, elementos místicos orientales y la reinterpretación pictórica de poemas universales.
Raphael Díaz es cubano, norteamericano, dominicano y habitante del universo, es maestro de escuela, psicólogo y sobre todo un gran pintor. Sus ángeles de plátano han recorrido el Asia lejana, diferentes ciudades de República Dominicana y los Estados Unidos, han viajado a Canarias y otras regiones de España, a Portugal, a Cuba, a Perú y otros países, en un arte de búsquedas e inquietudes, donde aparecen la bandera de múltiples estrellas y la de la estrella solitaria, la imagen amada de su madre, su propio rostro y su alma en constante evolución.
Los colores de matices infinitos de este artista, los espacios de cuadrículas blancas y negras, las miradas y ventanas, las copas donde nos ahogamos en sólo un poquito de agua, son algunos de los símbolos más característicos con que este creador se comunica con el público observador. Su obra reúne elementos místicos, Budas, Vírgenes maternales y otros temas que nos comunican con su mundo interno.
Geo Ripley, artista dominicano nacido en Caracas, es un todo en que se conjugan los saberes, las intuiciones, lo espiritual y lo artístico. Es un ser humano que renace cada día en cada encuentro consigo mismo y con los que se le acercan.
Es portador de un talento infinito y de una bondad profundamente arraigada que lo lleva al círculo del amor, del pensamiento amplio y a una poética cósmica en la que siempre busca lo que nos acerca y nunca lo que separa y divide.
Su arte de gran profundidad sígnica y simbólica representa al Cristo Crucificado, a Yukahú Baguá Maorokoti, a la serpiente, al polvo cósmico, a la madre y abuela de los tiempos, a todo lo que trasciende más allá de lo mezquino, de lo banal y de lo bajo.
Es un músico que junto a su esposa Fior recrea los sonidos del viento, de las radiaciones de las estrellas lejanas, que toca el gong que transmite las buenas vibraciones y nos convida a luchar por ser cada día mejores. Su arte ha recorrido África, Asia, América y Europa dejando huellas indelebles en cada uno de los que tuvieron el privilegio de recibir su mensaje.
Francisco Rodríguez (Faraón), es un diseñador dominicano de amplia trayectoria en su campo profesional. Ha sido consultor de Diseño de Modas del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y presidente de la Asociación de Artesanos de las Chacabanas de la República Dominicana (ACHADOM).
Es presidente de la Asociación de Diseñadores Dominicanos (ADD) y de la empresa LAURENTH INDUSTRIAL, SRL, casa de alta costura para público masculino y femenino. Sus diseños elegantes y creativos se han presentado en pasarelas y colecciones de Estados Unidos, Canadá, Barbados y en esta ocasión en El Salvador.
Los artistas de la moda Calpo Vladimir, Noel Newman, Ana Isabel Ulloa se destacan por los diseños depurados y la confección esmerada donde conjugan lo tradicional con lo innovador, alternando el color con la blancura y trabajando aplicaciones originales en los cuellos y bolsillos de sus creaciones, resaltando la elegancia de la figura de las personas a las que visten. Poseen una amplia trayectoria y son grandes exponentes del diseño de Modas en República Dominicana y América Latina en general.
Doris Solís de Fricá, Dominique Calderón y Mabel Báez son artesanas de amplio trabajo que utilizan el larimar, el ámbar, el caracol para resaltar la belleza de las personas a través de la creación de joyas dotadas al mismo tiempo de identidad caribeña y originalidad, logrando un trabajo exquisito que atrae al observador y lo deleita con su calidad y buen gusto.
El artista invitado Miguel Ángel Ramírez, pintor salvadoreño, es poseedor del reconocimiento de Notable Artista de El Salvador y un gran difusor de los valores culturales de su pueblo. Excelente retratista, capta rostros de niños y de adultos.
Ha expuesto en EE. UU, Colombia, República Dominicana, Cuba, Guatemala, Chile, Dinamarca, Suecia, República Dominicana y también se dedica a la enseñanza artística en su país de origen, ofreciendo talleres de arte en otras plazas de Latinoamérica como Cuba.
Sus rostros de ascendencia indígena, dotados de una semi sonrisa, de ojos grandes, dulces y al mismo tiempo cuestionadores, nos requieren desde las cumbres de los volcanes y montañas, hablándonos sin palabras a través del color, de los gestos y del silencio.
En otras imágenes, nos muestra a otros niños, a esos que los años y el eterno retorno en espiral conducen a su esencia original: a los ancianos, que con su sabia mirada nos sorprenden transmitiéndonos el regreso a los orígenes.
Estos fueron algunos de los protagonistas de esta fiesta, de un compartir de amigos enlazados por la búsqueda del bien común y del deseo de expandir su universo individual, de dar a conocer los aportes artístico-culturales de República Dominicana y de América Latina en general, haciendo realidad lo que decía el patriota y poeta José Martí en su ensayo Nuestra América: “injértese en nuestras repúblicas el mundo, pero el tronco ha de ser de nuestras repúblicas. “