Por Petra Saviñón
La autora es periodista
Los apagones van campantes por todo el territorio, sin escuchar lo que la población dice en su contra, sin parar mientes a las declaraciones de los partidos, opositores claros ¿Será que así mismo marchan las autoridades ante este grave problema?
Hace rato que las manifestaciones callejeras, las ruedas de prensa, las declaraciones de múltiples sectores, en síntesis, los reclamos, repican a lo largo y ancho de la geografía y nada cambia.
De la boca de Celso Marranzini Pérez, a cargo de dar la cara en esta contrariedad, salen solo argumentos como que la gente no paga, o frases de advertencia como que los cortes seguirán.
Así, el señor presidente del Consejo Unificado de las Empresa Distribuidoras de Electricidad ofrece pocas esperanzas a una angustiada e irritada víctima, a esa multitud que en singular reúne a una amplia pluralidad.
Cuidado que no la exacerben este funcionario y las molestas interrupciones eléctricas, que han decidido no dar tregua, como en un plan macabro.
Esos afectados, sí, la masa que aglutina a una multiplicidad de sectores, aguarda y reclama y podría llegar al límite, que no queremos ver, porque pese a la oscuridad producto de las suspensiones, su ira sería visible, como en otras ocasiones.
Ciudadanos, hogares, empresas, centros educativos y más y más, suman una extensa cadena que espera y merece una respuesta más allá de lo verbal, de las promesas. Requieren soluciones y salir de esta involución, de este retroceso, de este volver a una situación ya superada.