Petra Saviñón Ferreras
Con bombos y platillos, mucho de cada cual, el gobierno abrió el Liceo Profesor Germán Martínez, del barrio La Esperanza, en Los Ríos, Distrito Nacional, una comunidad que ya había perdido las esperanzas de que le entregaran el plantel, que recibió once años más tarde pero…
Como si fuese chin todo lo sufrido por estudiantes, padres y madres ante la falta de una infraestructura cercana en la que recibir docencia, alias ‘pan de la enseñanza’, les entregan un edificio sin docentes y según las denuncias de los comunitarios, sin avistamiento de alimento.
El lunes 28, en el florido acto que encabezara, el presidente Luis Abinader destacó la importancia de la educación, que lógico va más allá de un local en el que tomar docencia.
Un aula puede ser perfecto una mata de la fruta que sea y hasta estéril pero que bajo su cobijo será parido conocimiento. Mas, un espacio construido para alojar a una comunidad educativa, qué es sin docentes?
Las autoridades del Ministerio de Educación deben aguzar el oído, prestar atención a esta grave denuncia, darle el frente.
No fue azar la escogencia de ese centro para abrir el año lectivo. Claro que la idea era mandar el mandado de que a esta gestión le importa que los pobres de cuarto y de solemnidad adquieran conocimiento.
Es cardinal. así la situación una prueba fehaciente de esto y qué más que la asunción de esos reclamos y que el gobernante acate su papel de mandatario en toda la extensión de la palabra y reciba el mandato del pueblo, al que debe cuentas.
Entonces, a aclarar las cosas en el liceo Germán Martínez y que sea verdad que todo estaba listo para abrirlo, porque caso contrario qué paradoja que el ciclo lectivo sea inaugurado en una edificación que es sólo un plantel y no una escuela.