¿Saben los consumidores cuáles son sus derechos? ¿El Instituto de Protección al Consumidor (Pro Consumidor) tiene campañas para orientarlos, en qué consisten, dónde las ejecuta y cuál es su efectividad?
La población anda desorientada, huérfana y renuente a reclamar aunque sepa que le asiste la razón, porque teme, o lo asume como una pérdida
de tiempo y ve ciertos procesos delicados como un lío grueso que le quitará paz y hasta dinero
Desde los locales de comida rápida hasta los supermercados. En todos lados hay atropellos al cliente de manera velada y a veces hasta bien directa
Implican promociones de comida en las que los productos aparecen en los anuncios impresos más grandes que en físico, el cobro de un impuesto que no está incluido en el precio en el cartel colgado detrás y por encima del mostrador a grandes letras e imágenes y del que el consumidor tiene conciencia cuando paga
Esas desconsideraciones abarcan no tener vuelto y ni molestarse en decirlo al cliente, ofertas falsas, (por ejemplo, dos en un mismo empaque, pero cuya sumatoria de precios arroja lo mismo que vendidos individuales)
Uno de los casos más desagradables es el de alimentos vencidos no retirados de las góndolas y más aun, el de productos cárnicos en descomposición, etiquetados con fecha del día, como acabaditos de empaquetar
¿Ante esas situaciones, cómo debe actuar el consumidor? ¿Basta con que le sea devuelto el importe en una nota de crédito o hay un resarcimiento por el mal rato y hasta el gasto en el que incurre al acudir a devolver ese producto descompuesto?
¿Hay sanciones frente a este tipo de negligencias? ¿Ha sido orientada la población al respecto?
¿Con qué frecuencia las autoridades supervisan la calidad del servicio que ofrecen los establecimientos comerciales?
La genta necesita empoderarse, ser empoderada, sobre todo, por las entidades estatales para que levante su voz y rompa la cadena de abusos