Por: María de las Nieves Fals Fors
Historiadora del Arte
El artista es un forjador de mundos. Sus sueños son compartidos en sus obras como el pan y el vino en la Eucaristía, extendidos a nosotros utilizando el pincel, el piano, la voz, la mirada, como hacemos con nuestras manos cuando estrechamos las de un nuevo amigo.
Cada mañana de su vida es un renacer, un llevar a vías de hecho una idea, un proyecto, un objeto, un ritmo que antes que él lo concibiera no existía, por eso le llamamos padre o madre de hijos-obras que pueblan nuestros espacios existenciales, colmándolos de vida y de esperanza.
El arte que este mago de las formas crea es fe, es arma política, es instrumento para la lucha social, es belleza, alegría, tristeza, fealdad, sublimación o bajeza, es transmisión de conocimientos y de principios éticos, es sutil, es útil y a la vez, es un fin en sí mismo en la eterna búsqueda del “agrado desinteresado”.
Es técnica y es contenido, es memoria y salvación, es signo, es símbolo, es catarsis. En ocasiones se transforma en metáfora infinita, en otras se viste de literalidad directa. Puede decir sin decir y nos hace ver, como al principito de Saint -Exupéry, con “los ojos del corazón” la oveja escondida en una caja de cartón.
Este año 2022 que recién termina ha sido muy complejo para nuestros artistas, necesitados de más promoción, de mayor valoración en el ámbito estatal y privado. Sobre todo, precisan del apoyo del público, tanto general como especializado, de sujetos interpretantes que aprecien en su plena dimensión el legado creativo que ofrecen ante nuestros sentidos.
Es apremiante la necesidad de que se valore, se sienta y se viva la poesía que emana de cada de estos universos recién salidos de sus pensamientos, ofrecidos a nosotros en una entrega sin límites.
Se abren las puertas del 2023. Lleguen a todos los artistas dominicanos, así como de Latinoamérica y el mundo nuestros mejores deseos de “verdad, bien y belleza”, que el arte que busca “la proporción y la armonía entre las partes” se junte con aquel que busca la libertad de pensamiento y de creación, ese que contribuye al mejoramiento humano, que rompe paradigmas y trabaja por el Amor como principio rector del mundo. Así sea.