Donald Trump y Kamala Harris tratan de ganar el voto a los latinos cuando faltan dos semanas para una de las elecciones más reñidas de la historia contemporánea de Estados Unidos.
Con empate técnico en las encuestas, la vicepresidenta demócrata de 60 años y el expresidente republicano, de 78, tratan de atraer a los indecisos y a comunidades enteras como los afroestadounidenses y los latinos para inclinar la balanza a su favor.
Se estima que unos 17,5 millones de hispanos votarán en estos comicios, así que pueden marcar una diferencia, sobre todo en los siete estados bisagra o pendulares, que votan por un candidato y no por un partido.
La mayoría de los latinos vota por los demócratas pero Trump ha arañado votos hispanos, sobre todo entre los hombres.
El republicano, cuya retórica antimigración se radicaliza, participó en una mesa redonda con simpatizantes latinos en Florida.
Habló de economía pero sobre todo de lo que él considera una prioridad: la inmigración ilegal.
De la agencia AFP