Por: María de las Nieves Fals Fors
Historiadora del Arte
Santos Méndez es un destacado maestro de artes plásticas de la Facultad de Artes de la UASD y un valioso artista plástico. Con una mención de honor en el concurso “Ilustremos el Cuento” (1993), acreedor del premio Nacional de la Juventud en 1997 como joven sobresaliente, certificado de reconocimiento en el primer concurso de pintura joven en 1998, recibe en el 2004 un Pergamino de Reconocimiento por sus aportes a la formación profesional en las escuelas de formación vocacional de las Fuerzas Armadas y la Policía.
En el 2011 obtiene un Reconocimiento por su contribución al desarrollo de la Escuela de Publicidad de la UASD y en el 2017 fue premiado en la Gala Francomacorisana con una estatuilla por sus contribuciones como artista y docente a la Escuela “Cándido Bidó” y a la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
Ha participado en numerosas exposiciones, entre las que mencionaremos la exposición de Pintura Joven en Casa de Teatro en el año 2000, la exposición de pintura de los profesores de las escuelas vocacionales de las Fuerzas Armadas y la Policía en el 2004, la exposición de pintura de los profesores de las Facultad de Arte en la Biblioteca Pedro Mir (UASD) del 2008, “Nexos I”, exposición Colectiva de dibujos y pinturas de los profesores de la Facultad de Artes de la UASD y de artistas de la diáspora en Nueva York (2011) y Nexos II (2017).
El viernes 24 de febrero del 2023, a las 7.00 de la noche, inauguró una exposición individual en el Colegio de Artistas Plásticos que estará vigente dos semanas, denominada “El vibrante paisaje, color y puntillismo”, cargada de luz, de vida y de alegría, con el color y la fuerza del Caribe, con la energía positiva que caracteriza a su autor, con el amor a la Patria y a su trabajo que transmite el creador de estas obras memorables.
Con una técnica compleja, puntillista, donde cada detalle cuenta, construye un mundo posible que emerge de sus manos de poeta del pincel, donde las flores brotan de la tierra, las nubes multicolores se deslizan sobre el cielo punteado de azules, de grises, de naranjas y magentas. En sus espacios, las casas campesinas, en contraste con las montañas de la Cordillera, se recuestan de los plátanos de hojas abundantes y los caminos ocres que se deslizan señalando la meta a lograr, danzando ante nuestros ojos, llenándonos del placer de vivir.
El punto en Santos Méndez es el alfa y el omega de sus creaciones; ` sana y envuelve, protege y convoca. Se mezcla con otros convirtiéndose en línea curva, en recta pared, en rayos del sol, en acera gris o en lluvia perfumada. La figura humana no aparece, pero como sucedió en los cuadros del mexicano José María Velasco, su presencia, sus viviendas, su olor, sus huellas en la naturaleza, aparecen vigentes. En cada recodo de su arte se aprecia paz, armonía y un universo de emociones que nos sumergen en la magia de un cuento feliz.
Sigue adelante, maestro de corazón, esparciendo tu arte y tus enseñanzas, sigue creando ese meta-relato que anima y que alegra con su poder estético y ético, dinos que siempre hay un sendero que recorrer, que somos diversos, que lo intangible da alas para volar hacia el aroma a café que se esparce en el campo, hacia el flamboyán recién florecido donde anida la esperanza.