Por María Fals
M.A.Crítica e Historiadora del Arte
El doctor Santiago Fals Castillo nació el 14 de junio de un lejano 1945 cuando estaban apagándose los ecos de un terrible holocausto. Vio la luz en Santiago de Cuba, en la patria del Maceo y de Martí. Hijo de dos maestros de educación física, su padre y su abuelo fueron poetas y músicos.
Aunque inicialmente quiso estudiar medicina, su padre le compró una trompeta siendo niño y se matriculó en el Conservatorio de Música Estaban Salas de su ciudad natal donde se graduó como especialista en ese instrumento. Fue nombrado director del Coro la Central de Trabajadores de Cuba con 500 cantores con el cual ganó varios premios nacionales en festivales de música. Ha reconocido siempre a sus maestros de música Eduardo Furniet, argentino, y los cubanos Alcibíades Castillo, Miguel García y Electo Silva, pues como dice José Martí “Honrar, honra.”
Fue por varios años director de la Orquesta de Cámara de la Escuela de Medicina de Santiago de Cuba. En 1967 comenzó como subdirector de la Orquesta Sinfónica de esa localidad y en 1972 pasó a ser su director dirigiendo grandes conciertos en diferentes teatros de Cuba. Fue también profesor de trompeta y otras asignaturas musicales en el mismo conservatorio donde estudió.
En 1977 pasó a dirigir el Coro Madrigalista, cargo en que mantuvo por 16 años. Es compositor y ha realizado tres grandes cantatas: una dedicada al General Antonio Maceo, otra que recuerda los hechos del 26 de Julio de 1953 y la que describe los acontecimientos del 30 de noviembre de 1956 contra la dictadura de Batista. Realizó hermosas canciones como “Dulce Flor” en homenaje a la pianista Dulce María Serret y “La calle Heredia”, así como diferentes arreglos sinfónicos y corales.
Se graduó en la Universidad de Oriente en Santiago de Cuba como Licenciado en Historia e hizo estudios de Postgrado en el Conservatorio de Leningrado. En 1987 fue invitado al Festival de Música de Budapest y posteriormente estuvo presente en un Festival del Caribe en Cartagena de Indias. Ganó en Cuba el Premio “Máscara de Caoba” con la musicalización de la obra teatral “Asamblea de Mujeres” de Aristófanes, interpretada por el “Cabildo Teatral”.
El pasado 22 de abril de 2022 estrenó en el Museo de Historia y Geografía durante la exposición colectiva “La última Cena” un “Padre Nuestro” interpretado por Pura Tyson, soprano, la directora del Conservatorio Jacqueline Huguet en el piano y Milena Zivkovic en el cello.
En 1994 emigró con su familia a la República Dominicana y comienza a laborar en el Conservatorio Nacional de Música, entonces dirigido por la gran maestra Floralba del Monte y colaboró en el área musical con la gran soprano Ivon Haza.
Su experiencia en el conservatorio ha sido muy valiosa dando clases de Dirección Coral, Contrapunto, Composición, Armonía y dirigiendo por varios años la orquesta Sinfónica Juvenil de esa institución.
También laboró como docente y coordinador hasta su jubilación en la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, donde recibió reconocimientos como el de Profesor del Año, alcanzando la categoría de Profesor Titular por su calidad docente, sus investigaciones y la entrega en su labor dentro de la educación musical.
En nuestro país realizó varias Maestrías: una en Educación Superior, otra en Filosofía de la Globalización y por último realizó un Doctorado en la Universidad del País Vasco en esa misma área, presentando una investigación sumamente valiosa sobre la evolución de la música en el Caribe. Ha dado conferencias en Guatemala, México y España sobre música cubana y del Caribe.
Escribe además poesías donde hace un análisis muy valioso de las problemáticas existenciales y éticas de la sociedad y el mundo actual.
Ha sido un formador de generaciones, amado por sus alumnos por su entrega a la enseñanza con ternura, humildad y sabiduría. Hoy, aquejado de serios problemas de salud, dos de sus alumnos del Conservatorio han venido a visitarle, Paloma le cantó una canción recién compuesta por ella, José Enrique le llamó padre y le agradeció por tanto empeño, diciéndole que seguiría sus pasos y que sería también compositor.
A usted, Santiago Fals, le digo nuevamente cuanto me honra ser tu hija. Seguimos adelante, rumbo a la esperanza, siguiendo el sendero de trabajo cotidiano y de fe que nos ha señalado como padre y maestro.