Redacción elDigital.com.do
Para evitar el colapso de los productores avícolas, el presidente de Asohuevo, Manuel Escaño, pide al gobierno abrir la frontera de manera exclusiva para el comercio, de lo contrario, la medida tendrá consecuencias económicas a futuro y un posible costo político
Tras el cierre de la frontera con Haití, República Dominicana vive una crisis sin precedentes y con consecuencias económica y política a futuro, a juicio del presidente de la Asociación de Productores de Huevos (Asohuevo), Manuel Escaño.
Se trata de ‘la crisis del huevo’, generada por el cierre de la frontera con Haití, y en consecuencia, la prohibición de exportaciones de alimentos y servicios, medida tomada por el gobierno de Luis Abinader, el pasado viernes 15 de septiembre, como presión al vecino país para que paralice la construcción de un canal en el río Masacre o Dajabón, que nace de este lado de la isla y es compartido con esa nación.
Escaño se queja de que el gobierno todavía no ha prestado asistencia a los avicultores como compensación por la caída de sus ventas en la frontera con Haití, «se han producido visitas de funcionarios, pero no hay asistencia oficial que compense el desequilibrio del mercado».
Propone como solución abrir la frontera de manera exclusiva para el comercio, «se puede mantener la vigilancia en la frontera y la venta de visa, pero se puede abrir el mercado porque como están pasando las cosas posiblemente la producción de huevo colapse», puntualiza.
Escaño pide abrir la frontera de manera exclusiva para el comercio, «se puede mantener la vigilancia en la frontera y la venta de visa, pero se puede abrir el mercado porque como están pasando las cosas posiblemente la producción de huevo colapse», puntualiza.
Consecuencia de la crisis
Para entender el alcance de la crisis, Escaño explica que la producción de huevos en República Dominicana es de 9 millones de unidades diario, de los cuales 7 millones se consumen en el país y 2 millones son para exportar hacia Haití, razón por la que algunos productores han tenido que regalar los huevos antes de que se les dañen en los almacenes.
El Instituto Nacional de Estabilización de Precios (Inespre), continúa explicando, les está comprando entre 4 y 5 millones de unidades semanales, ‘pero eso no compensa, porque sólo a Haití vendían 2 millones de unidades diario’.
Manifestó que dadas las pérdidas que están sufriendo se verán obligados a reducir la producción, lo que implica sacrificar más de 3 millones de gallinas ponedoras para el consumo humano, pero para no seguir perdiendo el gobierno debe comprarlas.
Sobre la compra de huevos por el Inespre, Escaño dijo que además de insuficiente, el precio es de RD$4.50, mientras que a Haití se los venden a RD$5.00 la unidad, por lo que también pierden por esa diferencia.
«Lo primero es que República Dominicana y Haití comparten frontera, ‘ni ellos se van a mudar ni nosotros tampoco’, concluyó el empresario a manera de reflexión, al ser entrevistado en el programa El Despertador, que se transmite por Color Visión.