María Fals Fors
M.A Historiadora del Arte. Crítica de Arte
Raúl Morilla es un artista visual dominicano de amplia trayectoria. Arquitecto de profesión, es creador de numerosas e interesantes instalaciones y se ha dedicado además a la escultura y al dibujo.
Con sólida formación profesional, pasó por las aulas y talleres de Altos de Chavón y también posee un diplomado en Historia del Arte. Cibaeño, amante de sus tradiciones y profundamente innovador, ha recorrido el mundo llevando consigo el mensaje profundo de sus creaciones artísticas.
En la República Dominicana ha presentado sus obras en numerosas exposiciones individuales como “La procesión va por dentro”, presentada en la Sede de la UNESCO en París en el 2014, “Comiendo Ansias”, en el Instituto Camoes en Lisboa, Portugal, “Ensimismados”, en el Museo de Arte Moderno de Santo Domingo en el 2011, “Revelaciones del YO-mismo”, en la UNEAC en Santiago de Cuba en el 2007, entre otras.
Entre las exposiciones colectivas en que ha participado destaca Byblos en la PUCMM, realizada con la curaduría de Mariojosé Ángeles en mayo del 2019, donde mostró una interesante instalación dedicada al texto y al decursar del conocimiento, hecha con lienzos blancos y un puente figurado entre pupitres, que evocaban el tema del saber infinito.
También estuvo presente en la V Bienal de Arte Latinoamericano del Bronx en el 2016, Mother Tongue, Bienal Dakar Off en el Instituto Cervantes de Dakar, Senegal, Hecho Aquí en el 2016 y el 2018, la Trienal Internacional del Caribe en el MAM en el 2010 y por supuesto la 28 Bienal de Artes Visuales de Santo Domingo realizada entre agosto y noviembre del 2015, donde fue ganador del Gran Premio con su videoinstalación “Claustro para el Edén” donde utilizó mallas de nylon, luces y cilindros metálicos para llevarnos a reflexionar cuando la recorríamos sobre la cotidianeidad, el egoísmo, el encierro en nosotros mismos, el alejamiento social y los problemas éticos universales.
Raúl Morilla no es sólo un instalador y artista del videoarte, sino el poseedor de un dibujo preciso mediante el cual representa figuras humanas, rostros angustiados, elementos fitomorfos, líneas sinuosas que invitan a descubrir y a transitar sus misterios.
Su obra más reciente, cuya última activación se hizo entre el 19 y el 21 de marzo de este año en el antiguo Hotel Mercedes de Santiago de los Caballeros, fue realizada dentro del marco del 28 Concurso de Arte Eduardo León Jimenes. Denominada “Agonía de la memoria”, evoca los momentos vividos por un pasado hermoso que no quiere perecer.
El hotel Mercedes fue construido por el arquitecto Enrique García Gómez e inaugurado en 1929, convirtiéndose durante largos años en uno de los sitios más famosos del país. En su roof garden funcionó muchos años Radio Cibao y fue centro de grandes acontecimientos, como la conformación del equipo de beisbol las Águilas Cibaeñas el 28 de enero de 1937.
En su Agonía de la Memoria, el Hotel Mercedes con sus telas del color del sol en las ventanas y sonidos que iluminan su interior, resurge a la vida a pesar del polvo y del olvido, de sus escaleras inseguras, de sus rejas corroídas y viene a nosotros cantando, respirando, haciendo el amor desnudo o vestido de novia, con gorra amarilla y negra en un concierto donde todos los tiempos, el pasado, el presente y el futuro parecen confluir.
Reflexiones sobre la necesidad de conservar nuestro patrimonio cultural, las raíces de lo que somos, para que nuestros principios no se marchiten en la oscuridad, la importancia de rescatar de lo antiguo aquello evoca nuestros orígenes, que nos sensibiliza y nos conecta con lo ancestral como forma de proyectarnos al futuro, sobre bases sólidas, de autoafirmación y de conocimiento de
quiénes somos, de qué queremos y qué valor tenemos. Todo eso se pudo conjugar en esta intervención innovadora, donde el arte público estuvo de fiesta en un encuentro memorable con el
Ser.
Gracias Raúl Morilla por esta obra, por todas tus obras, por la sencillez que te adorna y por poner tu arte al servicio de la vida y de las buenas causas. Que sigas adelante, rumbo a la esperanza.