María Fals
La autora es crítica de arte
Esta muestra, la cuarta individual del artista, estará vigente del 1 al 20 de abril en la Casa de la Cultura Eduardo Brito y en el Museo Fortaleza San Felipe de Puerto Plata
El territorio donde se ubicó la ciudad de Puerto Plata en el período colonial perteneció en la época precolombina al cacicazgo de Maguá y fue descubierto por Colón en 1494. En 1502, se fundó al pie del Monte de Plata, conocido hoy como Loma Isabel de Torres, esta hermosa ciudad de plano de damero, a orillas de una gran bahía de aguas azul turquesa. Entre 1564 y 177 se construyó la fortaleza de San Felipe para protegerla de cualquier ataque, siendo dotada de dos torreones y una plataforma, los tres de forma circular.
Durante las Devastaciones de Osorio, realizadas por los españoles entre 1605 y 1607 con el fin de evitar el comercio de las zonas norte y oeste con corsarios y piratas, esta próspera localidad fue destruida, su población trasladada al sureste de la isla de Santo Domingo y reubicada en Monte Plata, junto con los antiguos habitantes de su vecina Montecristi.
Luego de los tratados de Paz de Ryswick y de Aranjuez en el siglo XVIII, Puerto Plata fue poco a poco renaciendo, pero fue incendiada en 1863 durante la guerra Restauradora, y volvió a florecer al terminar esta contienda libertaria en 1865. A partir de ese momento, se desarrolló rápidamente por sus condiciones estratégicas como puerto comercial, convirtiéndose en la capital del país durante el gobierno provisional de Gregorio Luperón (1879-1880).
En 1890, durante la dictadura de Ulises Heureaux, se inauguró el ferrocarril Santiago a Puerto Plata, lo que incentivó aún más su crecimiento en todos los órdenes, incluido el aspecto cultural. En Puerto Plata nacieron importantes músicos dominicanos como Eduardo Brito, Juan Lockward y Rafael Solano; a este último su ciudad natal le rendirá homenaje el próximo 10 de abril. Es cuna también del artista, investigador e historiador Danilo de los Santos y de los pintores Jaime Colson y Jorge Severino.
Frente al parque donde se destaca su Glorieta, se construyó en madera el edificio de la Sociedad “Fe en el Porvenir”, en el que se realizaron tertulias literarias y otras actividades culturales. En sus salones, Salomé Ureña leyó su significativo poema “Fe en el Porvenir”, acompañada de sus hijos Max y Pedro Henríquez Ureña.
Con esta ciudad, símbolo histórico y cultural, el destacado artista visual dominicano Juan Voigt ha establecido un dialogo creativo utilizando como medio sus dibujos y pinturas. En su exposición individual “Puerto Plata, una ventana para el cronista”, destaca su patrimonio arquitectónico victoriano, su luz infinita, sus calles perfumadas por la constante brisa del océano.
Para su realización, ha contado con la colaboración de la Dirección Provincial de Cultura de Puerto Plata, de la Dirección General de Museos, del Museo Fortaleza de San Felipe, de Philartis R.D, de Sublilight, calidad que brilla, de la Fundación Unidos por el amor y con el patrocinio de Emotions an Expression of Hodelpa Puerto Plata, de Casita Azul Bar & grill, de Farmacia Popular y de Vinícola del Norte.
Esta muestra, la cuarta individual del artista, estará vigente del 1 al 20 de abril en la Casa de la Cultura Eduardo Brito y en el Museo Fortaleza San Felipe de Puerto Plata. Juan Voigt es miembro activo del CODAP y ha representado en sus paisajes urbanos el patrimonio arquitectónico de Santo Domingo, de la Romana, Barahona y otras localidades del país. En esta ocasión dedica su arte a la Novia del Atlántico.
En aguada en tinta china, dentro de un estilo hiperrealista, Juan Voigt capta la esencia del edificio Fe en el Porvenir, hoy Casa de la Cultura “Eduardo Brito”, mostrando los detalles de sus balconajes y galerías, de sus torneadas balaustradas, de sus persianas y buhardillas.
Nos conduce con los colores sutiles de la acuarela en busca de la “Casita Azul”, en la que actualmente funciona un excelente restaurante de comida criolla e internacional. Esta edificación fue “construida en 1879 por la familia Pimentel y, curiosamente, (…) traída de los Estados Unidos y ensamblada en el lugar donde se encuentra actualmente.” (Palabras del Catálogo de la exposición “Puerto Plata, una ventana para el cronista”),
Con sus obras, visitamos también el Museo Fortaleza San Felipe, símbolo de la ciudad, cuyas piedras y fuertes muros resisten los embates del salitre y del tiempo. Allí permaneció en prisión injustamente Juan Pablo Duarte, Padre de la Patria, antes de ser enviado al exilio por Pedro Santana.
Rincones importantes de Puerto Plata han sido recreados en estas obras de pequeño y mediano formato: la Glorieta, la Casa de Manuel Minaya, la Iglesia del Carmen, la Casa Olivares. la Casa Número 40, la Botica San José, los colmaditos, los tragaluces, los faroles, las calles, los parques.
La representación visual de estos espacios arquitectónicos ha sido manejada con una técnica exquisita, con trazos muy bien logrados, en los que su creador ha sido “un ojo para ver y una mano para pintar” como pedía Augusto Comte, logrando reinterpretar el alma de Puerto Plata, la ciudad que vibra entre el mar y la montaña, que acoge con amor al caminante en un encuentro inolvidable.