Perú mantendrá la prohibición de bañarse en el mar y tomar sol en las playas debido al riesgo de aglomeraciones y propagación del nuevo coronavirus, aunque autorizó a la población a hacer deporte en la arena bajo supervisión policial y militar, informó este lunes el gobierno.
El anuncio forma parte de un plan que prevé en «una primera fase, que las playas sean utilizadas como espacios de deportes, donde la gente puede ir a correr, caminar, con bicicleta, pero no puede entrar con su sombrilla (parasol) ni entrar a bañarse», dijo el Primer Ministro Walter Martos en declaraciones a periodistas.
«La policía y las fuerzas armadas vigilarán el acceso a las playas», agregó.
La restricción se flexibilizará a medida que se reduzcan los contagios y esté bajo control la pandemia, que tiene a Perú con más de 868.500 casos confirmados y 33.759 muertes.
La decisión se produce cuando la primavera despuntó y la llegada del verano desempolva los planes de darse un chapuzón en el mar, en especial en Lima, donde viven casi 10 millones de personas.
El plan gubernamental prevé, en una segunda etapa, autorizar a la población a ingresar por turnos a la arena entre lunes y viernes pero siempre sin acceder al mar, detalló el Primer Ministro.
En caso que la pandemia decaiga en el país, se ampliará el permiso a los días sábados y domingos.
El objetivo de la restricción es evitar las aglomeraciones en las playas, lo que las convirtiría en nuevo foco de contagio.
En la actualidad, se permite ingresar al mar a quienes hacen deportes individuales en el agua, como los surfistas y nadadores.
En Perú, el uso de mascarillas es obligatorio en espacios públicos.
El acceso a las playas y al mar está restringido desde mediados de marzo, cuando el gobierno decretó una emergencia sanitaria y una cuarentena obligatoria.
EFE