Petra Saviñón
La autora es periodista
Con bombos y platillos, mucho de cada uno, las autoridades anunciaron la explotación del polo turístico de Pedernales
Ese término usaron. El verbo explotar remite a tantos significados. Esa palabra polisemántica es ganchosa.
La segunda provincia más pobre del país empezó a levantar miradas, a generar noticias. En la sección de economía, en las páginas de influencer, en las sociales, teles iban y venían para celebrar el cierre de acuerdos.
Lento ha sido el progreso de esa carpeta de planes, aunque han sido echadas paladas para iniciar hoteles o dados palazos, como aparece en medios que parecen olvidar los sinónimos de una y otra, que nada tienen que ver.
Bulla, algarabía al ser exhibidas las habitaciones modelos, el aeropuerto, el crucero. Es cierto que todo gran proyecto inicia con un paso pero igual de verdad es que pareciera que quien anda es una tortuga.
Una provincia con recursos naturales que imantan, que ‘jalan’, tiene una población en condiciones paupérrimas una parte y cuasi el resto.
Es menester una muestra de contundencia, de compromiso firme con estas comunidades que tanto han esperado porque entre el turismo y que edra a expectativas, ‘embullá’,’agabiná’ con este incipiente cambio que podría variar su destino.