Uno de los mayores partidos opositores de Venezuela descartó el viernes su participación o apoyo a algún candidato en las elecciones presidenciales, lo que agudiza la fractura dentro de la coalición opositora.
La fuerza Voluntad Popular que dirige Leopoldo López, quien cumple una condena de prisión en su casa, anunció que no convalidará los comicios del 22 de abril a los que consideró un “fraude electoral”.
“No postularemos ni respaldaremos candidato alguno”, indicó el partido en un comunicado e instó al resto de las fuerzas que integran la alianza a no participar ni inscribir candidatos porque estarán “haciéndole un favor a la dictadura”. Como opción, Voluntad Popular planteó aumentar la presión popular y conformar un “frente amplio nacional” en defensa de la democracia.
El dirigente del partido opositor la Causa R, Andrés Velásquez, celebró que Voluntad Popular se sumara a la postura de su organización de no participar en las elecciones presidenciales y dijo a The Associated Press que espera que la coalición pueda lograr en las próximas horas una posición conjunta en ese sentido, aunque admitió que es “bastante difícil” que eso pueda darse.
Velásquez afirmó que la decisión definitiva de la coalición se ha demorado porque “hay algunos que creen que pueden ganar en este proceso fraudulento”, y agregó que el retardo de la alianza ha alimentado la incertidumbre entre los venezolanos, que afrontan este proceso electoral en medio de una profunda crisis económica con una desbocada inflación de cuatro dígitos y severos problemas de escasez de alimentos y medicinas.
El Consejo Nacional Electoral -controlado por el oficialismo- inhabilitó este mes a Voluntad Popular y Primero Justicia, la mayor fuerza opositora, para inscribir candidatos pero se esperaba que ambas organizaciones apoyarán a un posible postulante único de la alianza. La convocatoria a los comicios se dio luego del fracaso de las negociaciones entre el gobierno y la oposición que se extendieron por más de un mes en República Dominicana.
La decisión de Voluntad Popular se da en medio de un proceso de consultas que inició la semana pasada la coalición opositora, que integran una veintena de partidos, para definir si acuden o no a las elecciones.
La alianza opositora entró a mediados del año pasado en una crisis tras el fracaso de las protestas antigubernamentales y la elección e instalación de la oficialista Asamblea Constituyente. En las últimas semanas las divisiones en la oposición se han hecho más evidentes luego de que algunos dirigentes anticiparan sus eventuales candidaturas.
El diputado Henry Ramos Allup, secretario general del partido Acción Democrática -la segunda mayor fuerza opositora-, se pronunció la víspera a favor de que la oposición vaya a los comicios con un candidato unitario.
“Si las elecciones son libres el gobierno las pierde y si no son libres también las pierde porque queda más deslegitimado”, afirmó en una entrevista con un canal de televisión local.
Por su parte, el director del Centro de Estudios Políticos de la Universidad Católica Andrés Bello, Benigno Alarcón, indicó que la oposición venezolana enfrenta un dilema, y dijo a la AP que si coalición decide participar en un proceso electoral, que ha sido cuestionado local e internacionalmente por la falta de condiciones de libertad y transparencia, sería como “tirarse en una aventura que no tiene ni mucho sentido, ni va a producir ningún resultado positivo”.
Según los analistas, las divisiones en la oposición favorecen al presidente Nicolás Maduro, quien a pesar de tener un respaldo popular que ronda el 20% y enfrentar una profunda crisis figura como favorito para lograr la reelección y gobernar el país por otros seis años.