Margarita Quiroz
La noticia explotó esta misma semana, el Instituto Nacional de Protección de los Derechos del Consumidor (Pro Consumidor) creó la voz de alerta. Y quién lo iba a decir: en esta ocasión el punto de ataque, por lo menos de frente, no fueron los comerciantes del Barrio Chino, ni sus negocios de dudosa higiene, sino nada más y nada menos que una muñeca.
A Pamela -sí, así se le llamaba- cualquiera la veía y la compraba. De apariencia infantil, vestidita de azul, con sombrero, dos colitas y en un envoltorio color rosado que a muchos les provocaba la intención de mirar o tocar. Pero tenía su musiquita por dentro y de que vibraba, vibraba…
A sus creadores e importadores se le fue «el tiro por la culata», creyeron que harían su agosto el Día de los Santos Reyes pero Pro Consumidor se le adelantó.
Inmediatamente se enteró de la mala reputación de Pamela, aunque nunca se discutió su procedencia, -y… aquí, bailan los chinos – Pro Consumidor ordenó su retiro del mercado y provocó que pidiera ayuda a sectores públicos, privados e importadores para crear, lo más rápido posible, una propuesta sobre Norma de Seguridad de Juguetes, con la finalidad de que no entren al país productos con irregularidades que puedan afectar la población infantil..
La directora de Pro Consumidor, Anina del Castillo, explicó además que la normativa se creará para la protección de la población más vulnerable, aquellos de edad entre cero a tres año.
Una mala influencia
Pamela, según Pro Consumidor, no era una muy buena influencia para las niñas dominicanas, incitaba a la sexualidad y promovía actitudes y comportamientos inadecuados para el público al que estaba destinada.
La muñeca retirada del mercado en una parte del empaque decía “Toto”, además al tocarla sonoba el tema “Las chapas que vibran”. ¡Vaya usted a ver!
Foto: tomada de InformativosTeleantillas