Emely Tueni
MADRID, España.- El amor, respeto y orgullo por la patria donde nacemos son sentimientos profundos que los seres humanos atesoramos durante toda nuestra existencia, una devoción sublime que puede llegar a motivar acciones donde el sacrificio de entregar la vida es una gloria.
Los dominicanos celebramos hoy una fecha especial, el 27 de Febrero, Día de la Independencia, un nuevo aniversario recordatorio histórico de todos los acontecimientos que dieron fin a 22 años de poder haitiano, que pese a los años transcurridos siempre se tienen presente aunque muchos dudan que así sea, y propician, ejecutan desde diversas esferas gubernamentales, empresariales etcétera, acciones que ponen en peligro la soberanía nacional.
El escenario actual causa en los dominicanos una alta preocupación pues teme que la invasión pacífica que sufre, en pocos años, arrope totalmente el territorio nacional, por esto no basta con exhibir en los frentes de viviendas ò sitios públicos los símbolos patrios, el pueblo quiere ver menos banderas, y más movimientos dentro de la ley ,el respeto, y lo humano.
Tampoco es menester tener un patriotismo, nacionalismo fanático, el mundo está lleno de gente que se mueve de un lado a otro, la migración es una realidad social, que muchos países controlan de manera justa o lo contrario.
Mientras exista en todas partes desigualdades profundas en lo económico y lo social, la gente continuará emigrando en la búsqueda de mejorar sus existencias en diversos planos.
El amor a la patria, también, es vinculante a la dignidad humana, el respeto, la solidaridad, sacrificios, el trabajar por el bien común de todos los ciudadanos, por la tierra bendita, que cobija a todos, y en ser personas ejemplares, con valores cívicos