Una mujer brasileña en Río Largo, en el estado de Alagoas, en el noreste de Brasil, amarró con una cuerda a su marido y lo llevó hasta un puesto de salud para que recibiera la vacuna contra el COVID-19.
La escena fue grabada por una mujer que se encontraba en el lugar.
“Un hombre amarrado para tomar la vacuna”, dijo sorprendida la persona que graba el video y que ya se ha hecho viral en las redes sociales.
El hombre, ataviado con una mascarilla, aparece sentado, mientras su esposa está de pie y con una de sus manos le sujeta con la cuerda. Los dos miran a un punto que la cámara no muestra, probablemente esperando a que les toque su turno.
Muchos de los comentarios en las redes son en tono jocoso a favor de la mujer.
“Me parece absolutamente correcto. No viviría bajo el mismo techo con alguien a quien no le importa la vida, mientras yo trato de cuidarme”, dice una.
“Él: No voy a ponerme la vacuna. Ella: ¿Qué dices? Ya lo verás”, comenta otra.
“Debería ser tendencia”, se añade.
Otros, sin embargo, preguntan qué ocurriría si fuese en sentido contrario y la que estuviese amarrada fuese una mujer: “Me gustaría ver vuestros comentarios si fuese al contrario”, escribe una internauta.
“Si fuese a la inversa, seguro que nadie se estaría riendo“, reitera otra.
También hubo quienes defendieron la libertad de decidir. “No le encuentro la gracia a que unas personas obliguen a otras (a vacunarse)”, subrayó un usuario.
“Nunca haría eso. Cada uno tiene el derecho de hacer lo que quiera. Estoy a favor de la vacuna, pero no obligo a nadie (a ponérsela)”, espetó otro.
Y otra planteó: “¿La ética profesional permite aplicar la vacuna de esa forma? ¿Alguien sabe contestar?”.
Brasil acumula más de 695,000 muertes por COVID-19, y el 70 % de su población ya está completamente vacunada. La inmunización en el gigante latinoamericano no es obligatoria.