Rosa Francia Esquea
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Las llamo así porque nos unen lazos tan profundos como los familiares.
A Lucía Amelia Cabral fue la primera que conocí, por ser sobrina muy querida y la vecina más cercana de Amelia Cabral, de quien mi madre fue cocinera por más de 20 años. Talita para ellos, Lin para mí, sentía un especial cariño por Lucy, como le llamaba. Sé que era recíproco como lo atestigua el hermoso texto que le escribió en su partida.
Desde esa época empecé a conocer la labor literaria de Lucía Amelia, así como el apoyo constante a los autores infantiles. Ella fue mi primera crítica literaria.
Admiro a la escritora Mary Collins, que vive actualmente en España y ha desarrollado una labor increíble a fin de que los niños amen la literatura. A través de ella tuve referencias de Farah Hallal, quien no solo es una exquisita escritora, sino que además impulsa el desarrollo de la literatura y del amor por la lectura y la escritura en los niños.
Leibi Ng es como una hormiguita, siempre hurgando, dándonos a conocer las novedades que hay, creando páginas en la WEB para esto, haciendo aportes, escribiendo para infantes y adultos, presente en la mayoría de las actividades del área, jurado de concursos y en fin, habría que hacer unas “Brisas” para ella solita y cuidado si más.
Margarita Luciano es mi maestra y correctora. ¡Cuánto rinde! ¡Cuánto aporta! Escribe literatura para niños y textos escolares; es especialista en matemática. Además, dirige el Centro Educativo Creciendo.
Encomiable es la labor que hace Virginia Read Escobal quien escribe y con la iniciativa “Lleva un libro en la maleta” lleva el amor a la lectura a remotos lugares del país a algunos, incluso llegando montada en burro.
Kianny N. Antigua no solo produce textos literarios, sino que lleva un mensaje de aceptación y de reconocimiento a
los derechos de la gente menuda.
Elizabeth Balaguer, a través de su obra, editada en inglés y español, resalta las tradiciones de nuestro país lo mismo que Brunilda Contreras, quien es una maestra y una creadora y multiplicadora de adivinanzas, retahílas y colmos, además de narraciones.
Y faltan más: Eleanor, Maritza, Emelda, Yina, Anya, Aidita… ¿y los varones? Seguimos luego.