Entre los daños que sufrió la iglesia se destaca la caída de la aguja -que era la torre más alta de la estructura- y la pérdida de los vitrales de su interior. De todos modos, según informó Jean-Claude Gallet, comandante de la Brigada de Bomberos de París, «la estructura está a salvo y preservada en su totalidad».
Tesoros rescatados
– Los dos torres se mantuvieron en pie, los cuales albergan las cuatro campanas de la catedral, que evitaron la caída irremediable de toneladas de bronce, incluida la famosa campana mayor, que por sí sola pesa 13 toneladas.
– Las reliquias de las cuales la más preciada es la Santa Corona de espinas puesta, según la creencia católica, sobre la cabeza de Jesús poco antes de su crucifixión. Ésta se compone de un «círculo de juncos unidos en manojos y agarrados por hilos de oro, de un diámetro de 21 centímetros, sobre el cual se encuentran las espinas», según explica el sitio de la catedral.
-Otras dos reliquias, un pedazo de la Cruz y un clavo de la Pasión, fueron rescatadas al igual que la Túnica de San Luis.
– Todas las obras de arte conservadas en la parte del «tesoro» de la catedral, incluida una obra maestra de Jean Jouvenet (1716) del siglo XVIII y vestigio del coro barroco de la catedral.
– La Piedad monumental del escultor Nicolas Coustou ubicada detrás del altar: esta Virgen llorona, que recibe sobre sus rodillas el cuerpo de Cristo, encargada por Luis XIV según el deseo de su padre, Luis XIII, y realizada entre 1712 y 1728.
– Las dieciséis estatuas de los doce apóstoles y cuatro evangelistas monumentales, que adornaban el techo: acababan de llegar a Périgueux (suroeste) para ser restauradas. Fueron instaladas durante la reconstrucción de la aguja, por Viollet-le-Duc.
– Los tres rosetones de Notre Dame de París, vitrales que representan las flores del paraíso, se construyeron en el siglo XIII y se renovaron en numerosas ocasiones. Los rosetones norte y sur, los más grandes, tienen 13 metros de diámetro.
AFP