Cada mitin que realiza, por lo menos tres cada día de campaña, se inicia con los acordes musicales de alguna de las canciones de propaganda interpretada por un grupo de cantantes que también bailan en una tarima, a continuación aparece Maduro bailando y riendo mientras el público aplaude y grita.
En esta campaña, a diferencia de la anterior de 2013, Maduro ha incorporado el bolero y, especialmente la mítica pieza de los años 50 Piel Canela.
“A este hombre que está parado aquí lo único que le importa es la felicidad. Por eso me parece perfecta la canción, vamos a cantarla, vamos a bailarla, todos porque a la revolución ‘le importas tú, y tú y solamente tú”, canta Maduro recitando la letra del puertorriqueño Bobby Capó.
La primera dama, Cilia Flores, sale de bastidores para acompañar a su marido que da unos cuantos pasos de baile para avivar a la masa de partidarios, una escena que se repite a lo largo de la campaña.
El líder de la llamada “revolución bolivariana” ha bromeado en público asegurando que el motivo por el que le envidia el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, con quien mantiene importantes discrepancias, es porque él sí sabe bailar.
Maduro ha incorporado a conocidos artistas nacionales a su campaña, como ya lo hizo de cara a sus primeras presidenciales, un grupo de cantantes que lo acompaña por todos los estados del país que visita que encienden con música las enormes tarimas.
Todo esto sucede con los habituales derroches de los oficialistas pese a que se desarrollan en uno de los momentos más críticos de la economía venezolana.
El séquito que viaja con Maduro para sus presentaciones públicas está conformado por reconocidos artistas del medio, entre ellos, al presentador Wiston Vallenilla, que hasta antes de hacer pública su simpatía por Maduro, era reconocido como uno de lo animadores más cotizados y talentosos, y ahora preside Tves, uno de las señales del Estado.
El exbeisbolista y reguetonero Antonio “el Potro” Álvarez, el merenguero Omar Enrique, y la agrupación venezolana Los Cadillacs.
En su primera campaña presidencial el chavista apareció en casi todos sus eventos vestido con camisa y usando una pañoleta tricolor al estilo ‘boy scouts’, saltando y agitando los hombros al ritmo de un tema pop que dio banda sonora a su campaña, y que coreaba “Chávez te lo juro, mi voto es pa’ Maduro”, en sintonía con la reciente muerte de su antecesor Hugo Chávez.
Desde que inició su gobierno en 2013, todas sus apariciones públicas han estado acompañadas de grupos musicales y orquestas que interpretan géneros latinos, e incluso el propio presidente lanzó al aire ‘La hora de la salsa’ dónde usaba la radio y al televisión pública para hablar de música, de su gestión, y contra sus opositores.
Maduro fue recibido el día de su cumpleaños, a finales de 2017, con la interpretación, en vivo, del dominicano Bony Cepeda que cantó “Una fotografía” justo cuando el mandatario llegaba a una base militar para entregar viviendas, y que apenas al entrado cogió a su esposa de la cintura para bailar.
Otro de los cumpleaños de Maduro que fue animado con música fue en 2013, cuando el propio Juan Gabriel visitó el Palacio de Miraflores para cantarle ‘Las mañanitas’ en la víspera del día de celebración, aunque esta vez no bailó.
Las multitudes que acompañan los actos de calle de Maduro son generalmente trabajadores públicos, beneficiados de programas sociales, y partidarios de las clases menos favorecidas de la sociedad que en medio de los espectáculos reclaman sin cesar alimento, vivienda, coches, la asignación de recursos o subsidios.
Los analistas opinan que esta puede ser una de las elecciones con menor participación de la historia, un pronóstico que se calcula basándose en el llamamiento de la principal alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) a no votar en el proceso, que adelantan que será “fraudulento”.