Petra Saviñón Ferreras
El Ministerio de Educación implementará este año lectivo la modalidad de libros de texto en formato digital y asegura que con esta innovación el Estado ahorra RD$677 millones, porque ese formato es 57% más económico que el impreso.
Ante las críticas recibidas por la licitación, sobre todo de una empresa no ganadora que impugnó, la institución argumentó que su Comité de Compras y Contrataciones dará respuesta a la “única” impugnación.
Ese es un reclamo de un sector interesado en vender, pero otros reclamos de sectores interesados en la educación y en la mejora de la calidad del curriculum, versan sobre la verdadera posibilidad de que esos ejemplares lleguen a todos los estudiantes y surtan provecho.
La pandemia impuso la docencia a distancia y sustentada en medios de comunicación tradicionales, a la vieja usanza y en dispositivos tecnológicos como requieren estos tiempos, pero el sector público no obtuvo ventaja de ese sistema, pese a que empezó a trabajar con tiempo en las plataformas.
Ahora arreció la campaña de entrega de tablets y computadoras con las que el ministro Roberto Fulcar afirma cubrirán todo el país y aunque la idea es excelente, es necesario que haya un plan de distribución más organizado, mejor pensado.
Igual, el país amerita detalles pormenorizados de cómo funcionará la enseñanza con estos libros virtuales, que alcance tendrán, a quiénes beneficiarán, porque la población apenas conoce lo que ha salido en la prensa gracias a un inconforme aspirante a suplidor.
Una explicación concisa y precisa de todo lo que envuelve ese procedimiento cae bastante bien, porque muchos padres seguimos análogos con relación a este cambio y queremos que el señor ministro nos ponga alante adelante. Denos lu, Fulcar.