DETALLES
Emely Tueni
MADRID, España.- De regreso a esta ciudad, ya algo descansada de las incomodidades que conllevan los viajes aéreos de largas horas , y estando dentro del apartamento donde resido me dispuse a encender el televisor en busca de noticias y me detuve en el Canal 2, de la Radio Televisiòn Española, porque justo en esos momentos pasaba un reportaje realizado en el Barrio de Los Barrancones de Bani, un lugar de enorme pobreza, donde varias Hermanas Carmelitas llevan a cabo un extenso programa social, digno de todos los reconocimientos.
Como es lógico, todo reportaje acerca de mi país presto atención especial, sobre todo, cuando se transmite en un país extranjero, y en esta ocasión particular, debo reconocer que nunca antes, y me imagino que muchos dominicanos, salvo aquellos que residen en Bani, había escuchado el nombre del Barrio de los Barrancones de esa ciudad del Sur, y mucho menos, lo que sucede en ese lugar, que según el programa emitido es un sitio muy peligroso, con una delincuencia elevada, los habitantes viven angustiados, sus problemas económicos cotidianos y la violencia callejera les desgarra.
Viendo el reportaje me pregunte, si vale la pena que la Secretaria de Turismo de nuestro país se gaste un dineral, en anuncios internacionales ofertando a Repùblica Dominicana, cuando un simple reportaje a través de una emisora tan poderosa como RTVE, muestra una realidad diferente de un paraíso terrenal, un barrio depresivo por la pobreza, similar a muchos otros, detallando que en Repùblica Dominicana viven casi 11 millones de personas, con màs de tres millones en el umbral de la pobreza, que estan mas allà de los resorts turísticos, la vida diaria de los que menos tienen y peor la pasan, la cara B del Caribe….
De ninguna de las maneras, el reportaje ha tenido intención de dañar la imagen internacional de Repùblica Dominicana, simplemente sensibilizar, buscar apoyo, mostrar la labor de unas Hermanas Carmelitas, misioneras españolas, dominicanas y una haitiana, quienes se han convertido en rayo de luz y esperanza para esa gente, realizando una amplia labor social enseñando a mujeres oficios como costura, trabajando en el dispensario mèdico, educando en Los Barrancones, que tiene una iglesia, iniciada en el 1992, nunca terminada, pero, siempre luce llena de feligreses. Es una labor maravillosa que debemos agradecer a las Hermanas de la Virgen Maria del Monte Carmelo.