El exjugador dominicano de Grandes Ligas Vladimir Guerrero, quien esta semana fue elegido al Salón de la Fama de Cooperstown, regresó a su amada República Dominicana en compañía con su inseparable y orgullosa madre y familiares, donde fue recibido con honores este domingo por los ministros de Deportes y Turismo.
Guerrero llegó al país, por el Aeropuerto Internacional de las Américas, a las 13.30 de la tarde y, en rueda de prensa, agradeció a Dios por los logros que alcanzó en su carrera de 15 campañas como beisbolista, en la que militó con Expos de Montreal, Rancherios de Texas, Angelinos de Anahein y Orioles de Baltimore.
“Mi vida no va a cambiar. Voy a seguir siendo el mismo muchacho humilde de Don Gregorio que anda en pantalones cortos y en chancletas”, dijo Guerrero, quien estuvo acompañado de su madre Altagracia Alvino, en la mesa en la que también estaban el Ministro de Turismo, Francisco Javier García y el de Deportes, Danilo Díaz. Además estuvieron presentes Wilton, Eliezer, Glenis, Julio y Vladi, también sus ocho hijos y su padre Damián Guerrero.
Un batallón de periodistas nacionales e internacionales esperaban al gran Vladimir con todas sus inquietudes.
El miembro del Salón de la Fama de Cooperstown, Vladimir Guerrero, hizo un vehemente llamado a la juventud a no rendirse en sus propósitos de alcanzar sus metas.
Guerrero, quien regresó la tarde de este domingo al país, luego de ser anunciado para ingresar al solio de Cooperstown, dijo en mensaje a los jóvenes dominicanos: “Sean perseverantes”, para luego recordar que cuando lo firmaron hubo gente de su pueblo que le dieron tres meses para que estuviera de vuelta, sin embargo, por su paciencia y trabajo hoy ha visto los resultados de sus esfuerzos.
Asimismo, dejó claramente establecido que no le interesa ocupar ninguna posición en el béisbol por el momento. Guerrero, quien fue recibido por una multitud en Las Américas, ofreció una conferencia de prensa en la que abordó múltiples temas.
Su objetivo en lo adelante es dedicarse a ayudar a niños de su natal comunidad Don Gregorio, del municipio de Nizao, a jugar béisbol. “No me interesa ser scout, ni coach, ni nada”, insistió.