La NASA lo hizo nuevamente. A seis años del «amartizaje» del rover Curiosity, volvió a colocar un objeto en el planeta Rojo. Se trata de la sonda InSight que este lunes, tras siete años de investigación y desarrollo, siete meses flotando el espacio y superar los «siete minutos de terror», logró desplegar sus equipos y transmitir el primer mensaje, a los pocos instantes de haber apoyado sus tres patas en Marte, que está a 55 millones de kilómetros de la Tierra. Y aunque esto pueda resultar simple para la tecnología actual, apenas un 40% de las misiones enviadas han logrado llegar con éxito.
La principal complicación para las pesadas sondas que intentan aterrizar en la arena marciana es su delgada atmósfera -la presión en la superficie no llega a ser el 1% de la terrestre- y que la nave al ensayar su ingreso encuentra muy poca resistencia. Para frenarla antes de que se estrellen, los ingenieros deben sincronizar escudos térmicos, paracaídas y cohetes, en menos de siete minutos.
Siete minutos antes de las 17 de este lunes (hora argentina) InSight entró en la atmósfera de Marte de forma oblicua, a una distancia de 12 grados del planeta. Si eran más, se quemaba, menos, podía rebotar y terminar perdida en el espacio. La sonda se desplazó a unos 20.000 km/h, esto es entre tres y cuatro veces más rápido que una bala de fusil. El protector térmico se calentó a tal extremo que alcanzó los 1.500° C, la temperatura de la superficie del Sol.
El paraje escogido para descender fue la planicie de Elysium: una extensión lisa y polvorienta a la que bautizaron como «el mayor estacionamiento en Marte” por sus escasos accidentes geográficos. Con la idea de minimizar los riesgos de descenso, fue escogida entre 22 posibilidades. Está ubicada a 600 kilómetros del punto en el que cayó el Curiosity.
El proceso fue perfecto: la activación del paracaídas, el despliegue de sus patas y la reducción de velocidad de 19.800 km/h a 8 km/h en apenas siete minutos. Ese lapso «del terror» en el que toda la misión puede fallar por un error menor.
«¡Ojalá estuvieran aquí!», fue el mensaje tuiteado por la cuenta oficial de la sonda, al dar a conocer la primera imagen que tomó mientras se aproximaba a la superficie marciana.
«Mi primera foto en #Marte. La tapa de mi lente aún no fue retirada, pero tenía que mostrarles un primer vistazo de mi nuevo hogar», posteó luego la agencia espacial, mientras seguían los festejos en el centro de control del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California.
«Te siento, Marte. Y pronto conoceré tu corazón. Con este aterrizaje a salvo, estoy aquí. Estoy en casa», publicó luego el módulo InSight, que fue retransmitiendo en directo y a través de esta red social su viaje desde la Tierra.