América Latina y el Caribe es la región del mundo «más violenta» para la niñez, sin contar las zonas en conflicto bélico, con cifras preocupantes que empeoraron después de emergencia por la pandemia de la covid-19 que estalló en 2020.
«América Latina y el Caribe para un niño y una niña es la región más violenta del mundo, fuera de las zonas de conflicto. Y es más violenta después de la pandemia», dijo a EFE el jefe de Comunicación de Unicef para América Latina y El Caribe, Laurent Duvillier.
Dos de cada tres menores de 14 años en Latinoamérica han experimentado violencia doméstica, una situación que comienza «muy temprano, incluso en menores de 1 año», declaró Duvillier.
Esta situación «empieza en el hogar, luego en la escuela, en la calle y sobre todo en las niñas, acoso sexual» y «se normaliza, de forma que cuando lleguen a ser adultos, la violencia es normal y lo repiten».
La violencia puede volverse mortal al llegar la adolescencia: la tasa regional de homicidios de niños y adolescentes (12,6 por 100.000) es cuatro veces mayor que el promedio mundial (3 por 100.000), según cifras de Unicef aportadas a EFE.
«La pandemia y el confinamiento dejaron una región (América Latina) para un niño y una niña más insegura, violenta, pobre, menos estable, con más migraciones, menos saludable, más desigual y con menos aprendizaje», destacó Duvillier.
En América Latina y el Caribe, la región más desigual del mundo, casi el 45 % de los menores de 18 años vive en la pobreza, una proporción que supera el promedio de la población general de la región, que es el 13 %; esto supone que «los niños son más vulnerables a caer en la pobreza», detalló.
Una de cada tres familias latinas con niños «no tiene suficientes recursos financieros para sobrevivir más allá de dos semanas, es decir, tiene un plazo de supervivencia a corto plazo», según cifras de Unicef explicadas por Duvillier.
Así como «el 50 % de las familias con niños dicen que están poniendo en el plato menos comida que antes de la pandemia».