Nominada a Mejor Actriz, Lady Gaga se adornó en la gala de los Oscars con una joya de 30 millones de dólares.
Cuando llegó Gaga a la red carpet, todas las miradas fueron directo a su cuello, en el que cargaba la impresionante joya en versión de collar que el personaje de Kate Hudson luce en una de las escenas de la película Cómo perder a un chico en diez días.
La creación de piedras preciosas que tiene este collar tiene una amplia historia, de casi un siglo y medio de antigüedad. Fue descubierto por el fundador de Tiffany & Co., Charles Lewis Tiffany, en Sudáfrica y se popularizó después de que Audrey Hepburn lo luciera en varias de las imágenes promocionales de Desayuno con diamantes.
Una joya de 128,54 kilates, más de 80 facetas radiantes y 141 años de antigüedad.
Uno de los diamantes amarillos más grandes del mundo.
Completaban su look unos preciosos pendientes a juego, que disparaban el valor de su joyería hasta los 44 millones de euros.
El sobrio vestido de Alexander McQueen y los icónicos guantes negros también rendían homenaje a esta gran diva del séptimo arte.
Eso sí, cuando la lució Hepburn en 1961 lo hizo engarzada en una gargantilla.
Se convirtió en un collar largo en 2012, con motivo del 175 Aniversario de la firma.
Lady Gaga lo llevó acortado.
En definitiva una de las joyas más emblemáticas de la gran pantalla, quizás la que más.
Sí, porque hasta el momento, la piedra más cara de la gala había costaba 16 millones de euros.
Estamos hablando del collar de diamantes y zafiro que lució Gloria Stuart en el 98.