María Fals
Fors. M.A Historiadora del Arte. Crítica de Arte
En vida presentó alrededor de 27 exposiciones individuales y 11 de carácter colectivo entre las que se destacan las de la Primera y Segunda Bienal de La Habana en 1982 y 1984 respectivamente.
Silvano Lora, artista antológico de la plástica dominicana nace el 17 de julio de 1931 y fallece físicamente el 12 de julio de 2003. Intelectual preocupado por su entorno socio político se vinculó desde muy joven a las luchas por los derechos del pueblo utilizando su propia obra en su militancia de izquierda. Estudió en las Escuela Nacional de Artes Plásticas y realizó su exposición individual primigenia en la Alianza Francesa en el año 1951.
Silvano fue embajador de la plástica dominicana presentándose en exposiciones en diferentes continentes entre las que se destacan la de Sao Paulo en 1952, París en 1957 y 1958, Moscú en 1985 y su última exposición en Santo Domingo en el 2001.
En vida presentó alrededor de 27 exposiciones individuales y 11 de carácter colectivo entre las que se destacan las de la Primera y Segunda Bienal de La Habana en 1982 y 1984 respectivamente.
Fundó en 1962 el grupo Arte y Liberación junto a Iván Tovar, José Ramírez Conde, Asdrúbal Domínguez y Antonio Toribio en cuyo manifiesto se expresaba la necesidad de afianzar las raíces de la cultura nacional, la necesidad de que el arte no fuera “gratuito”, sino vinculado a la problemática de los marginados y de la búsqueda de la libertad, un instrumento de lucha a favor de las causas sociales.
Durante la Guerra de Abril de 1965 se crea el Frente Cultural de Santo Domingo, asociación que integró artistas de diferentes manifestaciones artísticas, según Silvano en entrevista a Martha Rivera fue “un compromiso de los artistas y los intelectuales frente a la situación de urgencia y necesidad” refiriéndose al contexto dominicano de ese período. Se vinculó a la creación de carteles, vallas y cruzacalles para los mítines realizados durante la Revolución.
En este contexto es que Silvano realiza Helicóptero en la Ventana ( 1965) donde simboliza la violación del espacio aéreo y de la soberanía del Estado Dominicano por parte de los EEUU y Homenaje a Jacques Viau, que como su nombre lo indica es un homenaje póstumo al artista que murió en combate durante la Guerra de Abril en apoyo a la libertad de la República Dominicana.
El 14 de noviembre de 1965 se organiza en Bellas Artes una exposición del frente cultural donde se plantea en el catálogo de la misma que en esta revolución el pueblo expresó sus deseos de democracia y que el arte del Frente Cultural se puso al servicio de ese deseo”. Nuestro Arte estuvo al servicio de la causa del pueblo en armas (…) Porque la lucha armada no consiste en solamente el uso del fusil sino también en las ideas que mueven el fusil. Porque detrás del gatillo está el hombre”.
En la declaración de los artistas firmada en julio de 1966 por varios artistas entre los que se encontraba Silvano Lora se expresa: “el arte vive dentro de un compromiso contraído con la sociedad y el tiempo que lo crean (…)
Porque el arte, cuando no es fiel expresión de las agonías y las esperanzas del pueblo, abandona por completo su raíz esencialmente humana y humanista.”
En 1984 Silvano expone junto a otros artistas en la Bienal de La Habana, junto a artistas de la talla de René Portocarrero, Mariano Rodríguez, Rufino Tamayo de México, Álvaro Obregón de Colombia, Soucy Pellerano y Elsa Núñez por República Dominicana, Myrna Báez, Antonio Martorell y Lorenzo Homar de Puerto Rico, así como con artistas de Venezuela y Martinica.
Expone también en 1986 en la Segunda Bienal de La Habana . En estas bienales se aboga por la unidad de América Latina y el Caribe y legitimar y dar a conocer la producción artística de estos países a nivel internacional.
Una de sus obras cumbres fue el Happening realizado en 1992 para el V Centenario del Descubrimiento de América. En este mismo año crea la Bienal Marginal para mostrar las obras rechazadas en la Bienal Oficial. Artista rebelde, renovador, es uno de los primeros en introducir materiales extrapictóricos en el quehacer plástico dominicano junto a Fernando Peña Desfilló, su obra puede afiliarse al Arte Povera, al
Nuevo realismo, donde mezcla elementos expresionistas y de carácter geométrico. Se mueve entre tendencias entre técnicas, manteniéndose solo fiel a sus principios de que el arte debe ponerse siempre al servicio de las mejores causas a través de sus funciones ideológica, social y educativa.
En la década del 60 Silvano comienza a realizar sus murales en materiales efímeros como papel estraza, cartón piedra con pintura de pared en colores rojo, verde, negro, donde se unen lo humano y urbano en una amalgama caótica de líneas que se enfrentan.
Ya para la década del 90 realiza murales permanentes como el de la Facultad de Economía de la UASD dedicado a Duarte, el de la Junta Central Electoral de Herrera en 1996, el de la Procuraduría General de la República en 1997 y los que ejecutó en 1999 en el
Aeropuerto de Las Américas.
Es de destacar también su mural en los tanques de la CAASD de Santo Domingo hechos con esmalte sobre metal con el tema del agua en ese mismo año, en colaboración con otros artistas como el maestro Barías de la Facultad de Artes de la UASD, así como su monumento a Los Héroes del 30 de Mayo, en cerámica negra y dorada, piedra y hormigón armado. El estado de conservación de muchos de sus murales es precario o en algunos casos se ha emprendido una polémica restauración.
Por la importancia de la obra de este destacado representante de las artes plásticas dominicanas se hace necesario un urgente proceso de divulgación de sus logros a charlas, conferencias y seminarios virtuales dedicados a la obra de Silvano Lora y a la generación del 60, donde se destaque su papel como transformador social a partir de un arte comprometido de alta calidad.
Silvano Lora y la generación del 60 no pueden ser olvidados, su quijotesca búsqueda no debe ser una utopía donde los molinos de viento tengan la última palabra. Tomemos su adarga en nuestros hombros y como Sanchos eternos repliquemos su andar en la búsqueda del bien, de la justicia y la poesía.