EN CONEXIÓN
Joseline Feliz Javier
Tomar un tren para ir, casi 22 horas rodando, desde Nueva York a Orlando, cuando por avión lo haces aproximadamente en tres horas, pudiera ser algo descabellado para cualquier viajero frecuente, sin embargo, para las personas que, como yo, aman las aventuras viajeras y disfrutan la magia del tren, no es más que la excusa perfecta para conocer una nueva ruta de viaje, descubriendo en el camino lugares muy singulares y haciendo de esta una experiencia maravillosa.
Recorrer este trayecto cuya distancia por carretera es de 1734 km es la oportunidad para ver paisajes, tomar fotografías y visitar, aunque sea muy brevemente, un total de diez ciudades de las más antiguas de Estados Unidos, entre las que se encuentran: New Jersey, Delaware, Washington DC, Maryland, Virginia, Georgia, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Pensilvania entre otras.
La velocidad del tren, por fuera, va al mismo ritmo de cómo la vida se conduce hoy día, de manera vertiginosa, contrasta con la pasividad a lo interno de los vagones, donde el tiempo transcurre de manera distendida, mientras te envuelves una y otra vez en la magia que identifica las estaciones de cada una de las ciudades de paso.
A diferencia de los aviones, en el tren uno logra desconectarse. Se suele estar más relajado, y no es para menos, estás en tierra firme. ¡Qué alivio! A un viajes en clase económica o primera clase, los vagones son amplios y confortables, con muchísimo espacio para estirarte y moverte con libertad, un aspecto imprescindible para los que, como yo, están siempre en constante movimiento.
Este tipo de transporte resulta ser muy puntual y tiene la ventaja de que sale varias veces por día. Te permite, además, disfrutar de paisajes tan particulares que ningún otro medio de transporte ofrece, ya que sus rutas son por lugares muy específicos.
Este largo viaje, que a mí se me hizo corto, conforme a todas las cosas que planifiqué para hacer durante el trayecto, no solo me proporcionó increíbles vistas panorámicas y observar construcciones antiguas muy bien conservadas, sino que además me permitió realizar un viaje en mi interior que hizo que entrara en contacto con mi esencia, mirara con ojo espirituales y disfrutara, aún más, lo exterior. ¡oh Señor mi Dios, cuán grande y maravillosa son tus obras!
En definitiva, viajar en tren tiene un encanto muy especial, es, sin lugar a dudas, una oferta de viaje atractiva y según cual sea la ruta, se convierte en una oportunidad única e inigualable.
La próxima vez que tengas que ir desde New York a la Florida o viceversa, y eres de los que se arriesgan a vivir experiencias enriquecedoras, ¡anímate y compra tu billete de tren para una travesía sin fronteras!
A continuación, algunas recomendaciones y guías prácticas para hacer el trayecto:
1- La mejor forma de obtener los boletos más baratos de tren desde New York a Orlando es reservando con anticipación. Conviene comprar el pasaje por internet https://m.amtrak.com/h5/index
2- El tren directo sale de New York Penn Station y llega a Orlando Amtrak. Los servicios salen de 3 al día y operan cada día. El viaje se toma aproximadamente 21 h 34 min.
3- Es recomendable llegar a la estación, por lo menos, una hora antes para evitar cualquier imprevisto y hacer el pre chequeo con antelación. Te permiten hasta dos maletas por personas.
4- Las paradas en las estaciones de Orlando son en Kissimmee y en Downtown Orlando Station. Además, el tren hace paradas en otras ciudades de La Florida.
5- Dentro del tren encontrarás conexión wifi para acceso al internet, con lo cual puedes llevar laptop, tablet, escuchar música o ver películas, etc. Lo que hace que esta aventura sea aún más divertida y aprovechable.
6- Como es un trayecto de varias horas, es recomendable llevar sándwich, picaderas o algo preparado para comer durante el viaje, porque aunque tienen un pequeño restaurante, suelen ser bastante caro.
7- Por último, espero que si te animas disfrutes el viaje y si es posible que lo hagas en buena compañía.