Catherine Zoraida Bakewell fue abandonada a los pocos meses de nacida en un autobus, pues su madre la entregó a una desconocida alegando que «iba a buscar sus maletas», pero nunca volvió. Tras esta separación la mujer la entregó en un orfanato en Bogotá, pero no tenía ninguna identidad, hasta desconocían cuántos meses o años tenía.
Catherine Zoraida Bakewell contó a The Telegraph cómo habrían ocurrido los hechos de su abandono: “No tenían idea de mi nombre ni de mi cumpleaños; me pusieron el nombre de Zoraida García y solo tuvieron que adivinar que tenía entre uno y dos años”.
Luego de varios meses Catherine fue adoptada por una una pareja escocesa que vivía en Estados Unidos y que había tenido dificultades para concebir, allí decidieron llamarla Catherine, mantener el Zoraida y agregar sus apellidos.
Su madre, Eden, era muy creativa y esto le sirvió de inspiración para su futuro: «Siempre me encantó dibujar y pintar, y ella me animó a seguir ese camino en lugar del académico, con el que tenía dificultades; más tarde resultó que tenía dislexia».
Años después, la familia se mudó a Dunblane, en Escocia, y allí la joven de origen colombiano entró a la escuela de arte en Glasgow donde inició un curso de joyería y platería.
Catherine Zoraida Bakewell obtuvo su primer trabajo en 2009 con Theo Fennell, quien tenía para ese entonces tenía 70 años y contaba con una gran experiencia que aportó conocimientos a la joven.
Más tarde trabajó para el platero escocés Graham Stewart, fabricando sus característicos “enormes cuencos y teteras de plata”, además de diseñar gamas para marcas de moda como Vivienne Westwood, Matthew Williamson y Lulu Guinness.
«Ella sabía exactamente lo que quería y dependía de mí darle vida a sus ideas. Una de ellas eran estos increíbles cuernos cubiertos de circonita cúbica, engastados en una tiara: tan increíbles e icónicos», dijo Vivienne Westwood a The Telegraph.
Pero los sueños de Catherine iban mucho más allá, por lo que comenzó a utilizar plata y oro reciclados, oro certificado de comercio justo y diamantes libres de conflictos para fabricar sus joyas y en 2012 logró abrir su propia tienda.
«Era yo la que fabricaba estas piezas a mano, así que tuve que enviar un correo electrónico a todas esas personas que las habían comprado explicándoles la situación y diciéndoles que habría una demora. Todos fueron muy amables; les encantó la idea de que yo estuviera haciendo cada pieza para ellos, individualmente», puntualizó.
Bakewell tuvo que enfrentar la pérdida de su madre Eden debido a un cáncer detectado solo un año antes de iniciar su propio negocio: «Ella sabía que iba a empezar mi propio negocio, y había podido hacerle un broche y un anillo de la eternidad, así que vio mi trabajo».
Su trabajo no es masivo como el de reconocidas joyerías, por el contrario, tiene un baúl con varias piezas que podrá utilizar en futuras creaciones, y con las que, a su hijo August de dos años le encanta jugar.
«Me encanta que los niños y las niñas abran la tapa y se llenen de joyas al máximo. Es una forma muy divertida de interactuar con ella», incluso aseguró a The Telegraph que esto le recuerda mucho a su madre Eden, pues ella le permitía jugar con sus joyas y disfrazarce.
Catherine no se imaginó el alcance que podrían tener sus piezas fabricadas a mano, hasta que vio una fotografía de la princesa de Gales, Kate Middleton luciendo unos aretes de helecho en Wimbledon en 2019: «Estaba vestida para cenar con el rey de Malasia, con un vestido formal largo de Alexander McQueen y mis joyas».
El contacto fue sencillo, pues la estilista de Kate Middleton contactó a la mujer de origen colombiano para comparar los pendientes ‘Double leaf’ y la pulsera ‘Spread your wings’, sin embargo Bakewell no sabía que se trataba de la princesa de Gales.
«Entonces, allí estaba ella, usándolos, y de repente mi sitio web colapsó. Hay un ejército de detectives que averiguan exactamente de dónde es cada artículo de su atuendo, y me encontraron a mí. Fue una locura».
Más adelante, la princesa de Gales se convirtió en una compradora frecuente de estas joyas, con los aretes ‘Fern drop’ y los ‘Mistle Kiss’ apareció en varias reuniones virtuales en la pandemia, mientras que los aretes ‘Fern hoop’ los usó en 2019 y también compró los ‘Cown fern hoops’.
Pero los diseños de la colombiana no solo resultan atractivos para la realeza, la cantante Beyoncé ha lucido piezas de Zoraida, como el brazalete dorado ‘Blade of grass’ mientras que Rita Ora compró el ‘Gold Fern Leaf Cuff’.
elTiempo, tomado The Telegraph