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Margarita Quiroz
La Romana.-
El fenómeno mundial de la música jazz y pop, presentó la noche del sábado su “Higher Tour 2023”.
«Yo no vine a dar un concierto, no, no, no, si quieren ir a un concierto vayan al de Luis Miguel, ¡hermosa voz! pero, lo que traigo para ustedes es una fiesta», de esta manera el gran Michael Bublé se presentó en un Altos de Chavón repleto de fanáticos que esperaron una hora sentados en las piedras del icónico escenario para apreciar su exquisita voz y genial puesta en escena.
La cita estaba pautada para las 8:00 de la noche, con boletas compradas desde el mes de junio (agotadas en una mañana), pero fue a las 9:00 puntual, de este pasado sábado 30 de septiembre, cuando el artista canadiense apareció en el escenario, Un reloj proyectado en pantalla gigante cronometraba la cuenta regresiva de su ansiada salida.
Entró completamente ataviado de negro y apenas concluyó la primera canción Feeling Good dijo en un español ‘machacado’ «qué calor», se quitó la corbata y la colocó en el cuello de un señor que ocupaba la primera fila.
De ahí en adelante su presentación fue una verdadera fiesta, como prometió. Interactuó con su público, en inglés y español, bromeó siempre y agradeció. En una ocasión dijo: «que Dios los bendiga».
Definitivamente, todo un showman, no interpretó un sólo de sus éxitos de Navidad, «yo son un hombre sexy pero no Santa Claus, por eso esta noche no cantaré canciones de Navidad», dijo riendo.
Provocó aplausos cuando, ‘piropeó’ la belleza de República Dominicana, «este es el mejor país del mundo, dijo. Pidió Whisky, pero el público le ofreció ron, finalmente tomó un trago de cerveza que alguien le pasó, aseguró que estaba buena.
Mientras, continúo cantando éxitos tras éxitos, todos de amor, dejando extasiado al público que le ovacionaba sin parar. Quando, Quando, Quando. Sway, Love, Home, Everything, Save the last dance for me, It’s a beautiful day, When You’re Smiling, Close your eyes, entre muchos otros. Una hora y 30 minutos cantando, bailando, bromeando y pasándola bien.
No se cambió de ropa y, solo salió del escenario una vez, cuando el reloj marcó las 10:00. El público pidió que volviera, entonces apareció por 30 minutos más.
En el intermedio, hizo un homenaje a Elvis Presley, luego de explicar que es amigo de la esposa del fallecido artista norteamericano, quien le autorizó cantar sus canciones. Interpretó cuatro.
¡Good night! dijo al despedirse, pero antes presentó a cada uno de sus 26 músicos y tres coristas, todos geniales, para él «los mejores del mundo», muy buenos en realidad, compuestos de un pianista, varios violinistas, trompetista, saxofonista y guitarrista. Sus últimos temas, Cry me a river y Always on my mind.