Una campana que se cree que perteneció a la «Santa María», la mayor de las tres naves del viaje del descubrimiento de América en 1492, será puesta a la venta en una subasta privada en Miami por su descubridor, el exmarino y buzo italiano Roberto Mazzara.
En un comunicado divulgado este lunes, Mazzara, que halló la campana en 1994 en la costa del norte de Portugal y la ha mantenido en un lugar seguro en Miami desde 2006, señaló que «no hay duda de la autenticidad de esta gema histórica».
La campana, de menos de 31 libras (14,07 kilos) de peso y menos de 10 pulgadas (25,4 centímetros) de diámetro, tiene un valor que, según los tasadores de Sotheby’s y Christie’s, es de al menos 100 millones de dólares, agrega el exoficial de la Marina italiana.
Mazzara sufrió el decomiso del objeto que ahora quiere vender, pero lo recuperó gracias a un fallo judicial en España en 2006.
Según el comunicado, las pruebas realizadas por la Universidad de Zaragoza sobre la composición química del metal de la campana, los archivos de Indias en Sevilla y de Simancas (España) y documentos que apuntan a la Casa de Contratación del Rey, que registraba todo el tráfico marítimo entre España y América, «coinciden en el origen de la campana».
«Como crecí con los documentales de Jaques Cousteau, siempre me han encantado los misterios de los mares y, como buceador profesional, pude unir estas dos pasiones cuando se me presentó por primera vez la búsqueda de esta campana hace casi 30 años», señaló Mazzara.
«La subasta será una oportunidad maravillosa para darles a los coleccionistas la oportunidad de poseer una pieza única de historia», dijo sin precisar cuándo y dónde se realizará.
En la primera década del siglo XXI Mazzara trató de subastar la campana de la carabela Santa María en España por un precio simbólico de salida de un millón de dólares, pero la venta fue suspendida cautelarmente por la justicia española debido a una solicitud del Gobierno portugués.
Portugal reclamó en febrero de 2004 la aplicación de una directiva europea para la «restitución de un bien cultural que salió de forma ilegal del territorio de un Estado miembro de la Unión Europea».
Pero en 2006 un juzgado de Madrid desestimó la demanda, porque no fue formulada en los plazos previstos, y devolvió la campana a Mazzara, quien la había hallado en 1994 frente al puerto de Buarcos, en Figueira da Foz (Portugal).
La campana estaba colocada en la quilla de un barco español, el San Salvador, que se hundió en el año 1555 en las costas de Portugal camino de España.
La campana de la Santa María formó parte de los enseres del fortín que se construyó con los restos de la nave cuando encalló en las costas del norte de la isla La Española, en una zona que hoy forma parte de Haití.
El descubridor de América, Cristóbal Colón, dejó allí 39 marineros y cuando en 1493 regresó en su segundo viaje se encontró con que los indios habían quemado el fuerte, llamado Navidad, y matado a todos los españoles.
La campana se vendió años después, según consta en un documento aparecido en Puerto Rico, donde se registra su compra por una cantidad alta para su época (32 pesos), y se embarca en la nave San Salvador, capitaneada por Gonzalo de Carvajal hacia España.
EFE