Frida, una perra labradora que se convirtió en ícono del rescatismo durante los trágicos terremotos de septiembre de 2017 en México, fue retirada este lunes de servicio y condecorada por su labor.
“En el marco de la ceremonia se efectuó el retiro del equipo táctico al elemento canino Frida y la entrega de un juguete simbolizando con ello el comienzo de su nueva vida”, informó la Secretaría de Marina (Semar) en un boletín.
A la perra, de más de diez años, se le dio además “una constancia donde le ceden la custodia permanente del canino” al Subgrupo de Control Canino de la Sección Tercera del Estado Mayor General de la Armada de México.
De acuerdo con información proporcionada por la Semar, Frida realizó trabajos de salvamento en zonas de desastre de varios países y “con su simpatía se ganó el corazón” de todos los mexicanos.
Frida nació el 12 de abril del 2009, es de raza labrador y de un color dorado.
Se desempeñó en las labores de búsqueda y rescate de personas dentro de la Unidad Canina y la de Búsqueda y Rescate Urbano de la Secretaría de Marina.
En sus años de servicio participó en sucesos entre los que destacan: el terremoto de Haití en el 2010, la explosión de la Torre de Petróleos Mexicanos (Pemex) en el 2013, el terremoto de Guaranda en Ecuador en el año 2016 y los sismos de Oaxaca y la Ciudad de México del 2017, localizando a un total de 12 personas con vida.
Fue en sus trabajos de rescate en la Ciudad de México donde la perra se convirtió en un emblema del rescatismo con sus características gafas, chaleco y botitas.
“Después de cumplir diez años, dos meses y 12 días en el servicio activo de la Armada de México, sin lugar a dudas, Frida se ha ganado el respeto, admiración y cariño”, remarcó la institución.
El reconocimiento a Frida se dio en un acto de celebración por el Día Internacional del Rescatista”, en el que la Secretaría de Marina rindió homenaje a quienes salvan vidas.
El 19 de septiembre de 2017 el centro y el sur de México sufrió un temblor de magnitud de 7,1, lo que causó la muerte de 369 personas, 228 de ellas en la capital, además de importantes daños patrimoniales.
Este movimiento telúrico ocurrió después de que unos días antes, el 7 de septiembre de 2017, otro terremoto dejara 98 muertos en los estados de Oaxaca, Chiapas y Tabasco, al sur del país.
El temblor del centro del país tuvo lugar el 19 de septiembre, el mismo día que el acaecido en 1985, que alcanzó una de magnitud 8,1, provocando 10.000 muertos -de acuerdo a fuentes oficiales- y 45.000 según la Coordinadora Única de Damnificados.