María Fals Fors
Historiadora del Arte
El 14 de abril de 2023 se inauguró una exposición colectiva, homenaje a Soucy de Pellerano, en Abad Gallery ubicada en la calle Sánchez, de la Zona Colonial de Santo Domingo. La crítica y las palabras al catálogo de esta muestra estuvieron a cargo de la historiadora del arte maestra Gilda Matos.
Las paredes blancas de este espacio exhibían una obra de Geo Ripley, su “Deux ex Maquina”, collage atrevido e innovador concebido bajo los preceptos de la llamada “estética de la máquina” que a veces es novia, otras trituradora de chocolate que termina siendo un dios pagano rigiendo el destino de todas las cosas.
José Medina hace un homenaje lleno de lirismo al “Maquinotrón” utilizando de forma simbólica y sabia el negro, el blanco y gamas de grises. Luis Alfonso Reyes revela desde su arte naif y sus colores intensos la alegría de vivir que siempre acompañó a la artista.
Ana Pérez ve en su lienzo a “La Maestra”, aquella que daba sus lecciones llenas de amor y de fuerza a sus discípulos. Ana usa un lenguaje semiabstracto y poético donde los círculos y las curvas se conjugan en un todo armónico. Josefina Garrido la observa rodeada de la luz del arcoíris, trascendiendo, vibrando, meditando sobre el arte y su belleza. Patricia Gamundi la recrea rodeada de mar y caracolas, portando en su hombro la rueda del eterno avance, con la mirada atenta y cuestionadora.
Wifredo Velázquez conjuga el color con una sutil abstracción en la que adivinamos un caballo-rayo de sol y un círculo de amanecer que preside todo y señala el camino. Clinton López la siente sumergida en un mundo marino, entre peces diluidos de colores preciosos. José Sejo la sueña caminando entre casas, entre hojas, dialogando con una salamandra, mostrando los nuevos paradigmas de su arte eterno.
Pedro Veras la percibe en la “Rueda de la vida”, mutando entre matices al ritmo de la espiral del caracol que le sirve como centro. Tere Medina honra su maquinismo a través de líneas amarillas y de triángulos verdes y de un ojo que nos mira a través de la fantasía. Iris Pérez aporta la tridimensionalidad y la fuerza telúrica en una cerámica viva e intensa y Ana María Henríquez hace una versión del homenaje de Soucy “Las dos Fridas” con un díptico muy bien logrado dedicado a esta artista inolvidable y a otra grande de las artes visuales: Rosa Tavárez, unidas ambas por sus corazones llenos de amor y por la enseña tricolor a la que honraron siempre.
Soucy de Pellerano (Jesusa Castillo Sánchez), doctora en Farmacia y Ciencias Químicas, egresada de la UASD, nació en Puerto Plata en 1928. Estudió inicialmente con Rafael Arceno, siendo muy joven vino a Santo Domingo y estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes con diferentes maestros, entre ellos Gaspar Mario Cruz, Jaime Colson, Domingo Liz y Paul Giudicelli, quien fue uno de los que más la influyó.
Ganadora de diferentes premios de pintura y dibujo el Concurso Eduardo León Jimenes y de la Bienal de Santo Domingo, así como de la FAO, participó en 1973 en el Concurso internacional de Cannes-Sur-Mer en Francia y se le otorgó en el 2014 el Premio Nacional de Artes Plásticas.
Esta innovadora del arte dominicano evoluciona desde un estilo más académico hasta una simbiosis personal y única de expresionismo y cubismo, sus creaciones poco a poco estuvieron presididas por el maquinismo y la tridimensionalidad sin perder la poderosa carga humanística que pobló su cosmovisión.
Usando materiales diversos, papel, pedazos de automóviles, tornillos, flores secas, arena para sus grattages, dejó como legado su “Maquinitrón” (1979) obra inmortal e inolvidable que debe ser colocada en un espacio interior que la proteja de forma definitiva, restaurándola hasta llevarla a sus momentos de mayor esplendor. También queda en la memoria indestructible su “revolucionaria” y maquinizada escenografía para la obra “Sueño de una noche de verano”, así como todas sus instalaciones, sus pinturas, sus grabados y sus puntos de vista sobre la creación artística.
El sábado 6 de mayo, a las 10:00 de la mañana, se hizo un conversatorio con artistas, familiares y admiradores del legado artístico de esta genio de las artes visuales, realizado por Ana Henríquez, directora de Abad Gallery, por Jesٌús Pellerano, uno de los hijos de la creadora homenajeada, Geo Ripley, intelectual y artista visual y las historiadoras y críticas de arte Gilda Matos y María Fals.
Todos ellos valoraron en su justa medida los aportes de Jesusa Castillo Sánchez, más conocida en el arte como Soucy de Pellerano, descendiente de uno de los padres de la Patria del que heredó su espíritu de lucha y de esfuerzo constante.
Soucy también estaba allí en espíritu, entre personas que la amaron, caminando entre sus obras y las de sus discípulos, riendo también con cada anécdota, sopesando cada valoración estética que fue emitida en ese encuentro. Las personas como Soucy nunca se van, queda su obra, queda su huella, queda su universo artístico como patrimonio cultural para el género humano.