El Bono Escolar Estudiando Progreso (BEEP) fue aumentado entre RD$1.200 y RD$1.400 bimestrales, informó este domingo la Vicepresidencia de la República, que dijo que, igualmente, se incrementó el tiempo que de su asignación y el número de beneficiados.
Una nota de prensa indica, que Margarita Cedeño de Fernández, vicepresidenta de la República y coordinadora del Gabinete de Políticas Sociales, dispuso que en lo adelante el BEEP se asigne por seis años para la educación media en vez de cuatro, y el aumento en las asignaciones que irán de los 400 pesos bimestrales en primero de media (antiguo séptimo de primaria), incrementándose por nivel hasta los 1,200 en modalidad general y 1,400 en la técnica.
“El incentivo llegará a las familias de 251,237 adolescentes y jóvenes, lo que representa un incremento en su matrícula del 106 por ciento, pues en 2018 tenía 121,742 integrantes”, indica la nota.
Dice que las innovaciones en esta política pública buscan aumentar la efectividad de las intervenciones del Estado en la reducción de la deserción y rezago escolar, así como incrementar el capital humano y las oportunidades de los jóvenes dominicanos.
Desde el año 2013 cuando inició este incentivo, se constató que los estudiantes que lo reciben desertan 3.8 menos que los que no están en el Programa. También que tienen ocho por ciento más probabilidades de culminar la secundaria, y las chicas entre un 25 y 31 por ciento menos probabilidades de salir embarazadas.
Las transferencias monetarias condicionadas que reciben las familias participantes de la iniciativa social les permiten comprar alimentos de la canasta básica a través de la tarjeta Progresando con Solidaridad (Prosoli). “Para ingresar a Prosoli, primero las familias son evaluadas y categorizadas según su nivel de pobreza multidimensional por el Sistema Único de Beneficiarios (Siuben), entidad adscrita al Gabinete Social que coordina la Vicepresidenta”, detalla el documento.
Añade que para poder recibir las transferencias monetarias BEEP e ILAE, las familias Prosoli deben cumplir las corresponsabilidades como procurar que los hijos del jefe o jefa del hogar estén matriculados en la escuela y garantizar la asistencia a mínimo al 80 por ciento de las clases. El programa hace este monitoreo para asegurar que los chicos y chicas tengan mayor capacitación y oportunidades de progreso que sus padres y se rompa la transmisión de la pobreza de una generación a otra.