M.A.Crítica e Historiadora del Arte
Gilberto Hernández Ortega nació en Baní el 21 de diciembre de 1924 y falleció en Santo Domingo en 1979. Con una amplia formación académica en el campo de las artes plásticas, fue discípulo de Celeste Woss y Gil, estudió por dos años arquitectura y luego se matriculó en Bellas Artes, graduándose en 1946. Uno de los artistas que lo influye con más fuerza es el pintor español José Gausach, su maestro y amigo, de quien expresó: “mi maestro Gausachs , amigo inolvidable. Fui su discípulo durante diecisiete años. Disfruté del aprendizaje de su sólida preparación técnica y tuve el privilegio de ver de cerca al gran artista (…). De Gausachs aprendimos que el trópico no es solo ranchos y arboles calcinados por el sol, él nos enseñó el camino a un trópico más hondo, mágico y misterioso, nuestra verdadera entraña”.
Se vinculó mucho en su trabajo con Clara Ledesma y con Jaime Colson y recibió influencia de la obra de Mario Carreño y de Wifredo Lam. Su primera exposición personal la hizo en 1946 en Bellas artes con alrededor de 63 obras, luego, en 1951 tiene su primera exposición individual en Caracas, Venezuela, en el Centro Venezolano Americano.
En 1955 expone con sus maestros José Gausachs y Jaime Colson en una colectiva internacional donde estuvieron presentes obras de artistas latinoamericanos como Wifredo Lam, Diego Rivera, Cándido Portinari, Emilio Pettorutti, así como artistas europeos tan disímiles como Fernand Leger, René Magritte y Víctor Vasarely.
Expuso además en las ciudades de New York, Washington y Miami en los Estados Unidos y también en España, Argentina, Brasil, Israel ,Taiwán , Montreal, México, Colombia, Francia e Italia. En 1969 participó junto a Picasso y Dalí en el Salón de Otoño del Grand Paláis de París con una obra. Ganador del premio en 1945 por una obra escultórica, es reconocido también en las bienales de 1952, 54 y 74 en República Dominicana, siendo el artista plástico dominicano con mayor número de premiaciones.
Fue integrante del grupo Los Cuatro, junto a los maestros Jaime Colson, José Gausachs y Clara Ledesma Hernández que tenían el propósito de eliminar la exclusividad y el elitismo de las exposiciones, trasladando muchas veces su arte a los barrios y mostrándolos al público popular. Como poeta también se vinculó al movimiento Poesía Sorprendida.
Formador de generaciones de artistas dominicanos, estuvo trabajando como maestro en Bellas Artes a partir de 1946 y como subdirector en 1954. A partir de 1960 hasta 1972 dirigió Bellas Artes, mostrando gran interés siempre en la formación se sus alumnos.
Impartió clases a importantes artistas de las generaciones del 60 y del 70 como Leopoldo Pérez (Lepe), Elsa Núñez, Cándido Bidó, Ada Balcácer, José Ramón Oviedo entre otros.
En los años 40 se vincula a temas sociales con una pintura monocromática de tonos oscuros, más cercanos al realismo que al propio expresionismo. Trabaja en esta época un desnudo lóbrego, sinónimo de desamparo y pobreza, carente de su futura sensualidad, y un retrato casi postimpresionista. Conoce a Lam en 1941 y su influencia queda latente en su subconsciente para luego ser más evidente a partir de la década del 50.
En esa etapa de mediados del siglo XX, se destaca una paleta de colores oscuros que abarcan desde los azules, los pardos y los violetas, donde integra un excelente manejo del dibujo a un adecuado manejo del color. En sus obras se observan ciertas referencias a su imaginario espiritual y el comienzo de un camino hacia un arte cada vez más personal y propio, hacia una forma definitiva de representación y de expresión.
Comienzan entonces las líneas sintéticas y sincréticas, figuras espirituosas y espirituales a poblar el imaginario de sus obras en un universo de selva, de trópico y de color, manifestándose en él la estilización, la geometrización, los ángulos agudos, lo fragmentado y simbólico propio de la raíz afroantillana.
En 1964 gana el Cuatro Premio en el Primer Concurso Eduardo León Jimenes por su obra Ser Astral, donde alcanza una desmaterialización colindante con la abstracción lírica. Las convulsiones sociales del 60 lo llevan a dejar a un lado el misticismo y a aumentar la agresividad de sus imágenes cayendo en lo grotesco como puede observarse en esta obra: Se destaca en esta época su obra La mujer del paraguas rojo, donde lo folklórico aparece amenazado por el rojo sangre de la figura sin cabeza y de espaldas de la mujer que pasa frente a un tamborero al que no se le ve el rostro.
En los años 70 comienza a refugiarse en los patios coloniales, en las damas antiguas, en los recuerdos premonitorios del fin, su pintura se suaviza, se vuelve nostálgica, pálida, se cubre de belleza y un lirismo cada vez más acentuado llega como agua fresca a rescatar sus lienzos. La virulencia expresionista y vital de lo negro se vuelve romántica y clara; Gilberto ya anuncia el principio del fin.
En sus últimas obras vuelve el campo con sus velas y sus lámparas de gas, vuelven los mágicos y blancos ojos a mirarnos espantados, el color se refuerza y se retuerce. Chichiguas, niños y libertad salen a la luz con pinceladas abiertas y poderosas, sin renunciar nunca al dibujo.
Entre las técnicas pictóricas que utilizó se encuentran la acua-cera, oleo-cera, gouache y la felpa, pintaba sobre papel, cartón piedra, lienzo o cualquier material que encontrase. Apasionado, atribulado, mezcla en sus concepciones el amor a Jesús al que pinta repetidamente, el respeto a sus maestros europeos como Gausach que lo enseñaron a descubrirse a sí mismo y a descubrir su propio entorno, a los que como todo buen discípulo disfruta superar.
Su mundo fascinante no se extinguió con su muerte física, Gilberto el artista persevera y triunfa, trasciende en cada pincelada y línea de su obra imperecedera. Hernández Ortega fue un hacedor de espacios fabulosos en los que se desliza el alma en busca de sus eclécticos personajes, la mulata antillana, la dama pálida del salón de los espejos, la flora, la vida, el tibio musgo de los patios de la zona colonial. Todos ellos permanecen ´para siempre en el imaginario cultural y el patrimonio artístico de la República Dominicana.