María Fals
M.A. Crítica e Historiadora del Arte
Geo Ripley nació en el medio del siglo de las Guerras Mundiales, del hombre en la luna y de dictaduras y revoluciones por un mañana mejor en una Caracas a la que el exilio de sus padres lo llevó a nacer, en esa gran urbe del petróleo y del arte cinético, de las columnas barrigonas y de los grandes mecenas.
Retornó a su República Dominicana, conoció al maestro del color, de los campos y las transparencias llamado Guillo Pérez. Pintó entonces al Cristo de las Sombras, homenaje al Dios hecho hombre que iluminó los siglos. Estudió en la UASD las fórmulas iniciales para desarrollar el arte que amaba y marchó con una beca a Italia, a conocer más allá del Océano otros mundos cargados de una historia diferente.
Hizo un postgrado en Nuevos Materiales en la Academia de Bellas Artes de Roma. También realizó otros estudios de postgrado en Historia del Arte Antiguo y una especialización en el área de arqueología.
Luego de ese viaje de estudios y vivencias, retornó a América. Estuvo unos años en Colombia y en su natal Venezuela. De regreso a la República Dominicana, en 1978, se convierte en Museógrafo del Museo del Hombre Dominicano y diseña su sala etnográfica.
A lo largo de su trayectoria, ha tenido importantes responsabilidades entre las que deseo mencionar la de director técnico del Centro de Cultura de Santiago de los Caballeros, la de asesor del ministerio de Cultura, la de profesor invitado de la Universidad Simón Bolívar en Venezuela y de la Universidad en Buena Vista, EE.UU, la de profesor de las Universidades APEC y Autónoma de
Santo Domingo en República Dominicana y la de encargado del Departamento de Patrimonio Cultural Intangible del Ministerio de Cultura de la República Dominicana.
Ha trabajado en el campo de la educación estética con niños y adolescentes en zonas de bajos recursos de la República Dominicana como los bateyes de la Región Sur y las barriadas de Santo Domingo y como Consultor Cultural de Naciones Unidas para Proyectos Urbanos y Viviendas.
Siendo muy joven, en 1967, fue ganador con su obra “inspiración” del Segundo Premio de Dibujo en el Tercer Concurso Eduardo León Jimenes. En 1980 estuvo presente en la Bienal de París y en 1981 en el Cincuentenario del Museo de Arte Moderno de Nueva York con su videoarte “Pijao”.
A finales de la década del 80 del siglo XX presenta su performance “El ancestro con el cuerpo pintado de Rojo” en escenarios tan diversos como París, Bonn, Londres y Jarash en Jordania.
En el campo del arte es un artista visual de larga data destacándose dentro de la pintura, del dibujo, de la fotografía, del Performance y de las instalaciones.
Es músico, escritor, etnógrafo, folclorista, conferencista, babalawo, ciudadano del mundo y hombre de bien. Viaja entre continentes, credos, culturas, entidades e identidades de los diferentes continentes para decirnos que somos uno en la diversidad, que sólo salva a la humanidad todo lo que sea bueno, bello y verdadero, que el amor todo lo puede y que el arte es su reflejo materializado en imágenes que nos hacen trascender y soñar.
Sus obras y su hacer constante de milagros han recorrido el mundo, cabalgando sobre trazos, acciones, ritos, formas, texturas, áreas circulares y entornos reinterpretados por la visión de un hombre que no quiere que el mundo sea banal, mezquino o vacío, sino un universo de danzas, de encuentros, de orígenes y de trascendencia.
Panamá, Cuba, España, Portugal, Nigeria, la India, Israel, Japón, Ucrania, Suiza, entre muchos otros países han sido tocados por sus mundos paralelos, por sus visiones mágicas, por el polvo de los tiempos, por sus arcillas, metales y pigmentos, por los sonidos de su música ancestral, acompañado muchas veces de Fior, su compañera de vida.
Su arte es sutil, toca la esencia del alma, conecta con el todo del que nace, con las esencias, con los cuerpos, con lo sutil y lo telúrico, recreando formas abstractas, Cristos, la mitología de los pueblos originarios de América, los signos por interpretar, los mitos africanos y afrocaribeños, las marcas, los seres y entidades, las fuerzas de la naturaleza, el viento y el mar y el polvo de las estrellas. Todo cuanto existe: lo intangible y lo material, lo efímero y lo permanente, lo infinito y lo inconmensurable está en las entrañas de cada uno de sus hijos-obras.
Algunas de sus exposiciones como “Caligrafía Mágica, Escritura de Dios”, presentada en Santo Domingo en 1987, “Geo Ripley,9: Número de Ancestros/Autorretrato” en Abril del 2007 realizada el Museo de Arte Moderno de República Dominicana, “En la oficina” llevada a cabo en marzo del 2009 representando las raíces y los mitos africanos, “Ad Majorem Dei Gloriam” del 2016 llegan a nuestro recuerdo como momentos inolvidables.
Este 25 de septiembre Geo Ripley se presentará en el lugar donde Dios duerme, en la Jarabacoa de verdes pinos y eterna primavera, donde el viento canta entre las cimas de las montañas y donde el aire es limpio, perfumado de azahares y de ese olor a lluvia, a pasto recién nacido, a tierra, estiércol, a vida. Esta importante exposición tendrá por nombre “Yukahú, Baguá, Maorokoti. El Señor de la Yuca y del Casabe”.
Es una entrega sin precedentes de algunas de sus mejores creaciones, donde “El Camino de la Tortuga” nos llevará al “Diálogo secreto” con la “Culebra Cósmica” y donde “El Gran Poder de Dios” estará presente en la cruz de redención, en el abrazo fraterno, en el amor y en la poesía.
Allá, en ese valle intra montano, entre sorpresas, música, palabras, matices, volúmenes, colores de luz y líneas sin final, se hará un homenaje a todo aquello que convierte la existencia en una evolución hacia la superación personal y colectiva, en un construir de espacios donde el arte se transformará en el canto del Fénix, en la Ítaca de Cavafis y en el camino que lleva a la verdadera vida.