Petra Saviñón Ferreras
Con los temas en palestra, todos opinamos, dejamos oír nuestra voz y allí estamos en ejercicio de un derecho y de repente conocemos de geopolítica, de guerras nucleares, de países remotos con nombres extraños, de tecnología para construir muros fronterizos.
Sí, con dos asuntos esenciales de que hablar, una guerra de Rusia contra Ucrania y la verja en la frontera, estamos enfocados en expresarnos, discutimos, alzamos la voz y nos dividimos pero inclinados la gran mayoría aun mismo lado, es la percepción, los antiguerra y los promuro parecen más.
Las redes dan ahora un poder que beneficia a todos. Desde el ciudadano más carenciado al más acomodado tienen una vía de desahogo y hasta de promoción de sus ideas y esa herramienta puede convertirse igual en una enemiga, como ahora con el muro para algunos funcionarios activos y pasados.
Los comentarios colgados en sus cuentas por incunbentes de la gestión pasada en los que apoyaban la construcción de esa infraestructura divisoria contrastan con los recientes en los que la condenan y eso gracias a la magia del ciberespacio ha salido a flote.
Del mismo modo, los actuales que censuraron al gobierno anterior, ahora osaron opinar a favor del muro y zaf, los espíasnautas (debo patentizar el término) los agarraron.
Otros más, que ahora son del tren gubernamental lanzaron todo tipo de insultos contra los que sugirieron y ejecutaron esa “retrograda idea” ahora callan y esa lista incluye a activistas sociales que ya están en la nómina estatal.
La parte buena es que después de esto, las redes nos enseñan, si aceptamos, claro, a tener mesura, cuidado con los cambios de opinión motivados por los vientos que nos favorecen o perjudican, porque alguien podría archivar esos comentarios y en el momento preciso….
Cierto, rectificar es de sabios pero en este caso no hubo rectificación tal, sino un rechazo o respaldo a sigún.
Ojalá no veamos luego a los que ahora repudian la guerra justificarla, solo conveniencia vaya a saber de qué intereses o lo mismo, los que la apoyan virar solo por provecho de algún tipo.