Por: María de las Nieves Fals Fors
Historiadora del Arte
Fue inaugurada el miércoles 18 de enero en la Quinta Dominica la exposición “Historias para enseñarte” del artista visual cubano Arián García, que continuará vigente durante tres semanas.
En ella se aprecia el imaginario que define el sentido de identidad de este creador que emerge ante nosotros lleno de poesía, de desahogos, de colores y formas, de sutilezas y añoranzas.
Arian García se destaca como pintor, escultor y diseñador. Ha mostrado sus obras en Cuba, España y EE. UU. En la República Dominicana ha expuesto en diversas muestras colectivas en el pasado año, entre ellas las realizadas en el Centro Perelló de Baní, en la Casa de Cultura Cándido Bidó de Fuerza Aérea Dominicana y en la Casa de Cultura de Jarabacoa con el tema de “La última cena”.
En agosto de 2022 realizó una interesante individual en el Colegio Dominicano de Artistas Plásticos
titulada “Tres colores y una bandera en tiempos de sombras”.
Las obras de Arian se caracterizan por la utilización de los símbolos patrios, de las aves, las palmas, el cielo y las nubes de la Cuba que lo define como ser humano, esa que lleva en su corazón y de la que nunca puede separarse. Viaja entre textos, refranes, frases metafóricas con las que susurra o grita sus mensajes.
El surrealismo que lo influye hace posible que el pendón tricolor se torne mariposa sobre el verde de la esperanza, que una nube se torne árbol y que el telón se abra para dejar ver qué hay del otro lado del país de “Nunca Jamás”.
La diversidad de materiales como el cartón, el PVC, el acrílico sobre lienzo, la madera, el papel desechable, las resinas y el metal, esas técnicas mixtas donde conjuga su creatividad con una realidad compleja, son parte de las búsquedas constantes de este espíritu inquieto, espontáneo, que nos cuenta sus historias para que las interpretemos desde nuestros puntos de vista y que las hagamos nuestras.
En este mes cargado de importantes actividades culturales se inauguró “Entre dos mundos” exposición póstuma que recoge valiosas obras del pintor dominicano José Castillo. Este evento tuvo lugar en el día 19, en el salón “La Rotonda” en el Palacio de Bellas Artes. Este artista, nacido en el mismo “Los Mina” de las luchas contra la esclavitud, se marchó a París en 1978 perseguido por sus ideas políticas. Allí estudia en la Escuela Superior de Bellas Artes y perfecciona aún más sus técnicas.
Sus obras se caracterizan por la diversidad técnica. Utiliza el óleo, el pastel, el collage, el grabado y las instalaciones. Han sido expuestas en países tan disímiles como Francia, China, Suiza, Holanda y su República Dominicana natal. En su pintura son a la vez protagonistas una línea firme y fluida, trazada con gran rigor técnico, el color deslumbrante y la textura que refuerza a la imagen.
En lo conceptual, el poder de su neoprimitivismo nos lleva a conectarnos con el “grito original” de un mundo primigenio. El sol, las figuras humanas, lo totémico, los pájaros, las máscaras, los gruesos labios, las brujas, las bicicletas con rostros que sonríen, nos trasladan a esa mágica unidad de lo imposible que sólo en los sueños se puede lograr.
Estos dos talentosos artistas antillanos, portadores de una cultura colectiva, interpretada desde su psicología y su mitología personal, tienen en común el amor a su tierra, la visión de que lo propio es lo que debe ser la raíz de nuestra entrega, de que lo importante es unir mundos ya sea con la verdad de una bandera o con la fuerza de lo ancestral.