Raúl Castro le dio «plena libertad» a Díaz-Canel, según exsubdirector del KGB
El nuevo presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, ha recibido «plena libertad» de manos de Raúl Castro para comandar la Revolución cubana, comentó hoy a Efe el historiador Nikolái Leónov, antiguo subdirector del KGB soviético.
«El nuevo líder cubano tiene plena libertad para la construcción del Estado y la gestión de la economía nacional. Díaz-Canel ha quedado al mando de casi todo», aseguró.
Leónov, amigo personal de Raúl Castro, recordó que «el partido ya no responde de todas las cosas y queda como entidad moral e ideológica que determina el carácter del sistema».
«Hablé muy brevemente con Díaz-Canel en mi última visita a la isla en 2016 para presentar mi libro sobre Raúl. Entonces, era sólo un candidato», señaló.
En su opinión, Raúl Castro, que permanecerá al frente del Partido Comunista hasta 2021, ha seguido la senda china a la hora de elegir a un sucesor, decisión que no se ha visto influida «ni por el apresuramiento ni por la improvisación».
«Como en China, a Díaz-Canel le dieron encargos políticos difíciles para probar su capacidad y también su fidelidad. Y Díaz-Canel respondió. Es muy modesto. Nunca intentó resaltar», apuntó.
Leónov destacó que, aunque el nuevo líder apenas ha llegado a plasmar sus pensamientos por escrito, «es conocido por su decencia, lo que ya es mucho».
«La transición cubana en general ha sido un ejemplo de paso pacífico y tranquilo de una generación a otra sin conflictos. Y es que, sea como sea, los revolucionarios históricos asumirán puestos de segundo categoría», destacó.
Le gustó el discurso de despedida de Raúl Castro, que en su opinión rezumó «optimismo, tranquilidad y seguridad en el futuro», y apoyó reformas constitucionales como las que limitarán los mandatos y la edad para ejercer cargos políticos e impedirán que unos pocos amasen grandes fortunas, como los oligarcas rusos.
«Creo que Cuba se dirige hacia un Estado democrático representativo como en Europa. Pero el partido único, el testamento de Martí, no se negocia», indicó.
También se congratuló de que La Habana dé la espalda a una posible «terapia de choque» como la aplicada en Rusia tras la desintegración de la URSS.
«El curso será estable. No se harán las cosas tan rápido como en Rusia. Por otra parte, el futuro de Cuba dependerá de la correlación de fuerzas en el mundo», apuntó.
Leónov considera que, aunque ya no es tan vulnerable como cuando dependía de las exportaciones de azúcar, el punto débil de la isla es la falta de recursos energéticos.
«Eso es un gran problema. No tiene hidrocarburos. Cuba depende del futuro de Venezuela. Su petróleo era una fuente de seguridad económica. La situación de Nicolás Maduro es bastante complicada en estos momentos. Pero con 7-8 millones de barriles sería suficiente», dice.
Leónov, de 89 años y traductor personal de Fidel Castro durante el primer viaje del fallecido líder cubano a la URSS en 1963, cree que Raúl es «un ejemplo para los países pequeños», muchos de los cuales «sucumben» ante las grandes potencias.
A Raúl Castro lo conoció en 1953 a bordo de un pequeño barco que zarpó de Génova (Italia) rumbo a Veracruz (México) y gracias a él se encontró con su hermano Fidel en México, cuando preparaba el viaje del «Granma» hacia la isla en 1956.