Fue la primera vez que un pontífice, Francisco I, oficie el funeral de otro emérito. Lo normal es que sea el cardenal decano del Colegio Cardenalicio quien presida las exequias.
El papa Francisco presidió este jueves el funeral de su predecesor, el papa emérito Benedicto XVI, ante miles de personas en la plaza de San Pedro, en Roma.
Fue un funeral «solemne, pero sobrio». El cuerpo del papa emérito fue inhumado el jueves en la cripta bajo la basílica de San Pedro, en la tumba que ocupaba de Juan Pablo II, su antecesor. El papa polaco fue trasladado en 2011 a la superficie de la basílica para su beatificación.
Varias personalidades como la reina emérita Sofía de España, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, el presidente polaco Andrzej Duda, entre otros, se hicieron presentes en la ceremonia.
En la homilía, el papa Francisco destacó la labor del alemán Benedicto XVI al frente de la Iglesia desde 2005, en reemplazo de Juan Pablo II, hasta 2013 cuando presentó su renuncia.
«Benedicto, fiel amigo del Esposo, que tu gozo sea perfecto al oír definitivamente y para siempre su voz», señaló el Papa.
Benedicto XVI, cuyo nombre secular antes de su elección era Joseph Ratzinger, fue también un destacado teólogo y el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe durante el papado de Juan Pablo II.
Miles de personas se acercaron a la plaza de San Pedro para despedir al Papa emérito e incluso algunos llevaron pancartas en las que se pedía su inmediata canonización.