El casabe, una torta de harina de yuca típica de Cuba oriental y heredada de los aborígenes locales, es una de las nuevas ofertas culinarias de la isla para los turistas extranjeros, anunciaron ayer sus promotores.
Una empresa estatal de la provincia central de Sancti Spíritus presentó la propuesta de este producto elaborado con yuca -un tubérculo también conocido como mandioca- durante un festival internacional «Gourmet» que se desarrolla en el balneario turístico de Varadero esta semana.
Varios chefs participantes en el evento, dedicado a la cocina cubana y su relación con el turismo, incorporaron el casabe a diversos platos a los que imprimieron su estilo peculiar, según indicó el director de la empresa que lo comercializa, Tomás López, citado por la estatal Agencia Cubana de Noticias.
«El casabe es patrimonio de la cocina del oriente del país; rescatarlo para el occidente es la misión que tenemos en la empresa. Ya lo estamos introduciendo en el polo turístico de Trinidad (centro de Cuba), y lo extenderemos luego a Varadero (occidente) y al resto de las cadenas hoteleras del país», indicó el empresario.
Como ejemplo de platillo que se puede elaborar con casabe, López mencionó una torta a la que se agregan al gusto otros ingredientes como picadillo de carne, huevo revuelto o queso, aderezado con alguna salsa para avivar su sabor.
En tiempos ancestrales, el casabe o «pan de la tierra» era consumido como pan por los indios cubanos, que conocían el valor nutricional de la yuca antes de la llegada de Cristóbal Colón a América, y en la actualidad se produce en Colombia, Guatemala, Belice, Haití, República Dominicana, Honduras, Brasil y Venezuela.
El casabe es considerado un alimento de bajo contenido calórico y alto de fibra, y en los restaurantes se le presenta horneado con mantequilla o aceite, ajo, perejil y queso.
La gastronomía es uno de los componentes de la cultura cubana promocionados al turismo, sector que representa la segunda fuente de ingresos de la isla -por detrás de los servicios profesionales al exterior- lo que supone una contribución del 10 % al producto interior bruto (PIB) y la generación de medio millón de empleos.
Las previsiones de las autoridades turísticas cubanas para 2018 prevén la recepción de cinco millones de viajeros, después de los casi 4.7 y 4.5 millones de turistas que pasaron por la isla en 2017 y 2016, respectivamente.
Fuente: Agencia