María Fals
La autora es crítica de arte
El arte de la Edad Media, por tanto, es parte altamente significativa del patrimonio artístico universal y debe ser conocido, conservado y divulgado para que las nuevas generaciones puedan disfrutar de su mensaje y belleza.
La Edad Media es un período sumamente interesante de la historia de la Humanidad. Se extiende desde la caída de Roma en poder de las tribus bárbaras (año 476 D.C.) hasta el siglo XV, época donde ya se estaba desarrollando el Renacimiento.
Es un período de profundos cambios y transformaciones en el que el poder del Imperio Romano dio paso a sociedades rurales y fragmentadas de gran inestabilidad política, donde predominaba la fe cristiana y el uso del trueque para el intercambio comercial.
Más tarde, en el período gótico, se fue dando paso a un paulatino retorno hacia lo urbano y al intercambio monetario con el desarrollo de la burguesía.
Desde el punto de vista artístico-cultural, su desarrollo pudiera dividirse en cuatro grandes períodos: el ‘Latinobárbaro’ y ‘Paleocristiano’, que se extiende del siglo V al VIII D.C., el ‘Prerrománico’ (siglos VIII al X), el ‘Románico’ (siglo X al XII) y el ‘Gótico’ (Siglos XIII y XIV), aunque este último tuvo sus ecos en España, Alemania, Francia, Inglaterra, América colonial y otros territorios hasta mediados del siglo XV.
El Paleocristiano comienza antes de la caída de Roma, cuando los primeros cristianos de esa ciudad comienzan a hacer sus cultos y enterramientos en las catacumbas, cuevas y pasadizos debajo de esa ciudad, allí desarrollaron un arte clandestino por las persecuciones de las que eran objeto, donde surgen iconografías de representación de Cristo como las esculturas que representaban al buen Pastor, también pinturas donde aparecían mujeres orando con grandes manos abiertas hacia el cielo y los ojos llenos de fe.
A partir del 311 D.C. con el Edicto de Milán, que permitió el cristianismo en el Imperio Romano y con el Edicto de Tesalónica (380 D.C.) que lo oficializó, se pudieron hacer los cultos al aire libre y construir templos. Para esto, se tomó como modelo la basílica romana, edificio de plano rectangular de carácter civil, y se le agregó un pasillo o nave transversal llamado transepto. Esto fue para darle forma de una cruz simbólica, apareciendo así el llamado plano de cruz latina, muy utilizado en la construcción de las iglesias hasta la actualidad.
El arte Latinobárbaro fue el de los pueblos invadidos y que posteriormente, a su vez, invadieron el Imperio Romano, entre ellos los ostrogodos, visigodos, vándalos, francos, que hicieron una orfebrería majestuosa con accesorios como petos, fíbulas, collares, anillos y otros objetos en oro y plata con incrustaciones de piedras preciosas, usando técnicas como el cloisonné, el champlevé, el repujado y la filigrana.
A partir del siglo VIII, comienzan a desarrollarse en el continente europeo dos grandes imperios: el de los francos en la actual Francia y el de los visigodos en el norte de España. En estos comienzan a hacerse modestas construcciones religiosas en piedra usando muros muy gruesos, ventanas pequeñas y abocinadas, planos de cruz griega que semejan un signo más. Los visigodos elaboraron un tipo de arco de herradura sencillo para los vanos o aberturas en las paredes. Dos ejemplos de templos visigodos sumamente interesantes son Santa Comba de Bande en Galicia y San Pedro de la Nave en Zamora.
En la época del Románico, las iglesias se perfeccionaron y se hicieron un poco más elevadas, se mantuvo el uso de las ventanas abocinadas y de los muros gruesos que se reforzaron con los contrafuertes, el plano de cruz latina con tres naves fue el más utilizados. El arco de medio punto y las bóvedas de cañón y de aristas, que venían
desde Mesopotamia y de la Antigua Roma, cubrieron los templos, apoyándose en columnas corintias que frecuentemente poseían doble capitel.
Los muros y ábsides de estas iglesias se llenaron de pinturas murales, realizadas con las técnicas del fresco, con temática religiosa, donde el Cristo Pantocrátor, de ojos fijos y con el dedo levantado en un gesto de bendecir o de juzgar, era la iconografía más representativa de este período. Una de las pinturas más hermosas de este tipo es el Ábside de la iglesia de Saint Climent de Taull del siglo XIII, construida en los Pirineos Catalanes.
Se construyeron enormes monasterios donde hacían vida de retiro los monjes, dotados de iglesias, huertos, claustros, entre otras dependencias. También son propias de este período rural imponentes fortalezas, rodeadas de fosos defensivos y altos muros con almenas, que servían de vivienda y refugio a los señores feudales, como es el caso de el Castillo de Bran, que se encuentra en Transilvania y está relacionado con la leyenda
del Vampiro Drácula.
Ya en el Gótico se diseñaron bellas catedrales e iglesias en espacios urbanos, con muros delgados que muchas veces fueron sustituidos por vitrales, arcos ojivales, bóvedas de crucería, contrafuertes externos y arbotantes donde se apoyaban las bóvedas y con un sentido ascensional que hacía de las edificaciones un puente místico
del Cielo a la Tierra. Entre las catedrales góticas más famosas se encuentran la de Chartres y la de Notre Dame en Francia, la de Salisbury en Inglaterra y la de Toledo en España. Estas y otras, son un patrimonio maravilloso de las maravillas que el ser humano es capaz de crear.
En la escultura las proporciones y la caracterización psicológica fueron más logradas, las pinturas, al inicio de fondo dorado, se llenaron poco a poco de paisajes de fondo y de espacios arquitectónicos figurados donde se aplicó paulatinamente la perspectiva y el claroscuro. Aunque la temática fundamental fue la religiosa, fueron desarrollándose temas más humanos como los retratos y escenas de la vida cotidiana. Uno de los más destacados pintores de este período fue el italiano Giotto, maestro de la caracterización psicológica que fue creando escenas cada vez más realistas.
El arte de la Edad Media, por tanto, es parte altamente significativa del patrimonio artístico universal y debe ser conocido, conservado y divulgado para que las nuevas generaciones puedan disfrutar de su mensaje y belleza.