Ramón Mercedes
NUEVA YORK, EE.UU.-
Solo las personas con edades de 21 años en adelante podrán comprar productos de tabaco y cigarrillos electrónicos en este estado, según la nueva ley aprobada el pasado miércoles por la Asamblea.
La legislación prohíbe también su exhibición en tiendas que no sean dirigidas para adultos y requiere que los cigarrillos electrónicos sean vendidos por comerciantes autorizados.
“Aumentar la edad para fumar e inhalar tabaco en el estado ayudará a evitar que una nueva generación de jóvenes se enganche con la nicotina”, argumentó la asambleísta Linda. B. Rosenthal, autora del proyecto de ley.
Es frecuente ver jovencitos, entre ellos dominicanos, en las vías y lugares públicos de la ciudad fumando los cigarrillos electrónicos.
En el 2014, el alcalde Bill de Blasio, como forma de combatir el consumo de tabaco incrementó la edad y aumentó a $12 dólares el precio de la cajetilla, equivalente a $600 pesos dominicanos.
Por su parte, el presidente de la Asamblea, Carl Heastie, sostuvo que fumar cigarrillos y los electrónicos también es un hábito peligroso y adictivo que con demasiada frecuencia comienza en la escuela secundaria o antes, y al aumentar la edad a 21 años podemos eliminar el tabaco y otros productos adictivos de nuestras escuelas y mejorar el impacto en la salud.
Recientemente, el director de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), Scott Gottlieb, renunció a la posición, alegando le dedicará más tiempo a su familia.
Su dimisión llega en un momento en que la oficina de gestión y presupuesto de la Casa Blanca está revisando su gran iniciativa, un plan para restringir la venta de cigarrillos electrónicos, según ha publicado la prensa.
El plan de Gottlieb ha recibido algunas críticas de la industria del tabaco y de algunos conservadores que se oponen a cualquier aumento en las regulaciones gubernamentales.
Según la FDA, 3,62 millones de estudiantes de secundaria en Estados Unidos consumieron cigarrillos electrónicos en el 2018. Estos cigarrillos son aparatos que utilizan baterías para calentar nicotina líquida hasta convertirla en vapor inhalable y el año pasado aumentó un 78 % respecto a los datos del año anterior.