María Fals
M.A.Crítica e Historiadora del Arte
El pasado miércoles 10 de noviembre de 2021 a las 6.00 de la tarde fue inaugurada en el Centro Mirador la exposición “Conversando con mi padre. Azar por dos” con obras de dos grandes: Aquiles Azar García (1932-2015) y su hijo José Ignacio Azar Billini, nacido en 1968.
Dos mundos, dos universos poéticos, dos maneras de decir y de narrar se conectaron revelando la bondad de sus almas y la destreza de sus técnicas pictóricas y dibujísticas.
El acto de inauguración contó con la participación de doña Purísima de León, por el Centro Mirador. Estuvo en la maestría de ceremonias Marivell Contreras, destacada poetisa, comunicadora y gestora cultural. Las palabras inaugurales se pronunciaron por parte del maestro y artista José Sejo, presidente del CODAP y de la maestra María Fals, historiadora del arte, profesora de la UASD y representante de Philartis R.D.
Las palabras al catálogo y curaduría fueron realizadas por el maestro de la crítica dominicana Abil Peralta. Estuvieron presidiendo también la actividad doña Asia viuda Azar y la artista visual y directora de la ENAV, Iris Pérez Romero. En esta exposición se reunieron intelectuales, artistas y público en general en una animada tertulia, en un banquete artístico- cultural a ritmo de contagioso bossa nova, de formas magistrales y de colores sugerentes.
Las obras presentes del gran maestro Aquiles Azar, odontólogo y doctor en filosofía, premio de Pintura de la Fundación Corripio en el 2011, son hijas de un creador de alto relieve dentro de la plástica dominicana a partir de los años 60, protagonista de un arte donde lo social y lo personal son dos caras de un todo sin fin. Las mismas nos tocaban el alma con su espacio recóndito de botellas, de búhos y miradas, de líneas suavemente retorcidas, donde las aguadas se entretejían con la plumilla y otras técnicas.
Sus trazos acuosos, disueltos, relampagueantes a veces y otras sutiles, se deslizaban en su mágico accionar, en un catártico recorrido que estremece el yo, ofreciendo esbozos de su alma secreta e íntima, mezclando lo visceral con lo onírico, con el dolor empozado en el silencio, invitándonos a recorrer senderos de búsquedas para ver los rostros angustiados o reflexivos, al payaso y a la paloma danzando en una sintaxis de símbolos portadores de mensajes eternos.
En el Centro Mirador, otros rostros nos sorprendían desde las obras de su hijo José Ignacio, maestro en Educación Superior, artista visual, profesor de la Escuela Nacional de Artes Visuales y nominado a la 29 Bienal de Artes Visuales. En sus Caras del Psicoanálisis se apreciaba un cuestionamiento al devenir de ser humano mismo y a su accionar sobre la Tierra.
Los corazones del amor, las máscaras de protección, el salvavidas, el pájaro diminuto vestido de verde esperanza y el cerebro portador del equilibrio, aportaban una mezcla de frescura y reflexión que hacían amanecer al mismo tiempo a la alegría y a la cordura en el espíritu de los espectadores.
En los cuadros de José Ignacio Azar Billini se captaban su misticismo conceptual, la fuerza del color, la multiplicidad de figuras, el dibujo cuidado y dinámico, la pureza y la sinceridad de su significado.
Su autor establecía a través de todo esto una profunda conexión con los observadores, creando un discurso estético que invitaba a la búsqueda de la felicidad, del sueño y de la autorrealización, que nos convidaba a ser mejores seres humanos, a conservar la naturaleza que nos rodea y a no perder la fe en ninguna circunstancia.
Así, los que fuimos testigos esta conversación entre los frutos artísticos de un padre y de su hijo, nos sentimos sublimados por la fuerza del amor, por la calidez de este encuentro de dos almas que nos condujeron por el camino infinito y atemporal del bien, del arte y de la belleza.