Redacción elDigital.com.do
Las primarias del 6 de octubre aparte del maremoto político provocado, ha llevado al expresidente Leonel Fernández, al presidente Danilo Medina y a la vicepresidenta Margarita Cedeño hacer referencias, en sus discursos, a Salmos, libros bíblicos y hasta al mismísimo Dios.
El primero fue Leonel, en su discurso del domingo, al casi finalizar su alocución se encomendó a Dios ante los caminos que recorrerá en un nuevo partido (Fuerza del Pueblo), tras abandonar el de la Liberación Dominicana , donde militó por unos 46 años.
Pero además, práticamente rezó completo del salmo 23: «Jehová es mi pastor y nada me faltará… Me guiará por sendas de justicia y aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo…».
El discurso y decisión de Leonel provocó la respuesta del presidente Danilo e hizo un simil entre lo ocurrido en el 2017, cuando Leonel le ganó, y la parábola del sabio rey Salomón – antes- expresó que su intención nunca ha sido dividir la organización.
Indicó que en el 2007 cuando se dieron los resultados de las primarias en las que ambos se enfrentaron, aceptó el triunfo de Fernández, citando la parábola del sabio Salomón.
“La parábola de Salomón a la que me refiero es a la de las dos madres que se peleaban por la maternidad del niño. El rey Salomón les propuso que para que ambas partes quedaran conformes iban a dividir el niño por la mitad y a cada quien le iban a dar una parte. La madre falsa dijo que sí estaba de acuerdo, pero la madre verdadera dijo que no, que le entregaran el niño a ella”.
Haciendo referencia al relato, Medina sostuvo que en aquel entonces cuando ambos se disputaban por la candidatura a la presidencia, dijo que entregaran la misma a la persona que había ganado “porque no quería dividir el PLD”.
Finalmente, hoy la vicepresidenta Margarita Cedeño habló, luego de más de 15 días sin dar declaraciones,¡ y para sorpresa! reveló que reflexiona y ora para que Dios la ilumine y así tomar una decisión donde no prime el interés personal sino el de la nación.