Rosa Francia Esquea
Se llaman entre sí “Las muchachas”. Ahí están incluidas varias mujeres que han hecho causa común en defensa de
la patria.
A mí tocó el privilegio en la UASD de tener a una de ellas como mi profesora: Cristina Díaz Gautier, excelente
maestra y autora de textos de Lengua Española Básica junto a otras colegas.
Más allá de las aulas continuamos la amistad y por eso supe muchas cosas de ella: fue amiga de las hermanas
Mirabal y militante del Movimiento Revolucionario 14 de Junio, combatiente en la Guerra de Abril donde, entre
otras, tuvo la misión de trasladar armas y de rescatar cadáveres de compañeros caídos, arriesgando su vida.
Era la novia de Tony Barreiro cuando éste cayó y guardaba celosamente el diario de él que luego depositó
en las manos de su hermano Teófilo.
Pero fue la esposa de otro combatiente del 14 de Junio, Luis de Peña, el padre de su hija Luisa, al que sacrificaron
antes de que ella naciera. Luego se casó con un médico y de esa unión nacieron otros dos hijos.
Una vez me contó que cuando su esposo la veía pensativa le preguntaba: — ¿estás pensando en tus muertos?
Siempre se mantuvo sirviendo a la patria e hizo de la docencia una tribuna para concientizar a sus alumnos
acerca de los peligros que representaría otra dictadura.
Fiel a sus principios, no abandonó la lucha política y se mantuvo militante en la fundación Manolo Tavárez y muy
unida a las demás organizaciones patrióticas.
Ocasionalmente la llamaba, y tenía un tiempito sin saber de ella hasta que vi hace más de una semana en FB que
Luisa pedía urgentemente sangre para ella.
Y ayer leo algunos mensajes de Elsa Peña Nadal, Brunilda Amaral, Luisa Navarro y de la propia Luisa, su
hija, que dan cuenta de su muerte.
Es una pérdida para el país que queda ahora sin la maestra, la amiga, la combatiente y el referente de mujer comprometida en estos tiempos que tenemos grave crisis de valores.
Cristina, espero que el ejemplo de tu vida sirva para unir a los grupos que tienen la sagrada misión de salvaguardar la
democracia de la patria. Descansa en paz, amiga.