Petra Saviñón Ferreras
El presidente Luis Abinader, activo y locuaz, anunció medidas contra los altos precios de la canasta familiar, que incluyen vender combos en los supermercados a bajo costo, como lo hace el Instituto Nacional de Estabilización de Precios (Inespre). En este caso a 1.000 pesos.
Algunos establecimientos tienen incluso las fundas con el logo de esa entidad estatal y la gente aparece feliz en las imágenes de los periódicos, en la televisión.. y unos piden que no sea solo una vez a la semana, que sea los siete días.
Entonces surgen las dudas frente a este paliativo y las preguntas empiezan por ¿De verdad no había otro modo de hacer las cosas, de manejarlas sin inmiscuir a esos centros?
¿No cuenta el Inespre con suficiente logística para llegar a los barrios de ese mismo modo, un día a una cantidad de demarcaciones y así hasta completar la semana?
Igual mucha gente no tiene cerca los supermercados beneficiados con ese programa.
Quizás también funcionaba hacerlo en colmados ¿O fue desechada esa idea, considerada no factible?
Por cierto, a principios de la pandemia, cuando la crisis más ahogaba, gran cantidad de negocios pequeños fueron sacados del programa Progresando con Solidaridad e incluidos en cambio los macro.
Ojalá ahora que esa acción tendente de acuerdo con el mandatario a aligerar un poco la carga de la población, mantenga su objetivo y no sea otro mecanismo de corrupción.
Por doquier hay formas de sacar provecho más allá de lo lícito, de lo correcto y hasta en las pequeñas cosas, como los premium bakery que compré en Plaza Lama de Herrera y solo tenían suspiro, apenas un poquito de bizcocho en el fondo, solo eso.