Pese a que la semana laboral inició el martes pasado, Santo Domingo se muestra «resacada». El acostumbrado ritmo frenético al cual la ciudad nos tiene acostumbrados aún no ha iniciado. Es como si Santo Domingo arrancara muy «despacito» su curso cotidiano.
Escasos entaponamientos, negocios aún cerrados y el ánimo de la gente, todavía no en trabajo, han caracterizado estos dos días, luego de la culminación de las fiestas navideñas.
» Yo no sé lo que le pasa, no sé dónde está la gente de esta ciudad», comentó, José Luis Díaz, un seguridad de un banco, mientras reporteros de elDigital.com.do le consultaba sobre lo lento en que la ciudad está tomando su curso.
María Contreras, una empleada privada, explica que vive en la Zona Oriental, y que trabaja en una empresa en la Núñez de Cáceres; para llegar a su trabajo sólo le tomó 20 minutos, cuando, por lo general, dura una hora. «Yo llegué bastante tempranito a mi trabajo, aún no me lo creo», exclamó.
Mientras que Víctor Manuel López, un joven estudiante de Contabilidad en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), explicó: » que la razón puede ser que aún hay muchas personas de vacaciones, los niños también no están en la escuela y yo mismo estoy de vacaciones de la universidad, tal vez esta sea la razón», dice.